Es difícil imaginarse a una niña de tan solo 12 años, ingiriendo bebida alcohólica, pero era exactamente lo que sucedía con Didione Salustiano da Silva (foto de abajo), que hoy tiene 23 años. Según cuenta, comenzó a beber porque veía a su padre bebiendo. Para ella, tomar era “divertido”, pues, aunque era tan pequeña, ya se sentía vacía. “Hubo una etapa en la que tomaba todos los días y llegué al punto de ingerir tanta bebida que apenasrecordaba lo que hacía”, comenta.
Las investigaciones comprueban que las mujeres están tomando cada vez más,equiparándose, y hasta superando, a los hombres en los últimos tiempos. Independientemente del motivo, sea para llamar la atención del grupo en el que está insertada, para ser aceptada o incluso para sentirse más atractiva con respecto a la conquista; la verdad es que la bebida alcohólica ha sido constante en la vida de muchas jóvenes.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Loyola Marymount, en Estados Unidos, 71% de las participantes tomaban mucho para impresionar al compañero, 26% creía que a los muchachos les gustaba más tener una amistad con mujeres que beben arriba de 5 vasos y el 16% creía que se volverían más atractivas si bebían como ellos.
Didione recuerda las consecuencias de la bebida en su vida. “Además de tomar mucho, comencéa drogarme y a prostituirme. Tuve, incluso, un principio de sobredosis, terminé en el hospital, y eso desesperó a mi familia”, revela.
La vida de Joyce PeçanhaVerissimo (foto de abajo), de 17 años, no fue diferente; la primera experiencia con la bebida alcohólica fue por influencia de un novio que tuvo a los 14 años. “Si yo no bebía, no podía permanecer en el grupo del que formaba parte, era roquera. Como mi familia no estaba de acuerdo, cuando iba a beber, mentía y decía que iba a la casa de amigos. Ingería cualquier cosa que me daban, así fue mi vida hasta los 16 años”, destaca.
Aunque estaba con los amigos, Joyce garantiza que no era feliz y actuaba así porque no quería estar lejos de ellos. Pero las consecuencias del alcohol fueron aún peores de lo que se imaginaba. “Estaba atormentada, comencé a escuchar voces y a ver espíritus que me llamaban”. En esa misma época, recibía muchas invitaciones para ir a la Universal, pero siempre decía que no, pues en mi cabeza la vida deun cristiano era “aburrida e inútil”.
De ninguna manera aceptaba la invitación, especialmente la de una obrera llamada Angela, que oraba constantemente por mí. Seguí así durante dos meseshasta que mi madre, viendo mi estado, llamó a esa obrera a mi casa, que me encontró en estado depresivo y con pensamientos de muerte”, recuerda la joven.
Interacción social
Tanto Didione como Joyce pasaron por malos momentos. Mientras una bebía para llamar la atención e intentaba llenar el vacío del alma, la otra “se estaba enviciando en las drogas” de los amigos. En ambos casos, las consecuencias no fueron nada buenas.
Para el psicólogo Luiz Ricardo Vieira Gonzaga, mirándolo desde el aspecto del comportamiento, el acto de tomar significa una interacción social. “El consumo de alcohol genera comportamientos sociales de interacción con otro y las mujeres supuestamente utilizan esta herramienta para poder atraer al compañero. Es importante decir tambiénque el consumo exagerado de alcohol puede desencadenar la dependencia”, alerta el profesional. Realmente, la dependencia pasó a formar parte la vida de las jóvenes citadas en el inicio de este reportaje.
Didione recuerda que no fue fácil librase de los vicios, pero que, por medio de la fe en Dios, logró superar todo. La hermana la invitó a participarde una reunión en la Universal y decidió ir. “Hace tres años estoy curada, no tomo más y hoy puedo afirmar que tengo la paz que tanto buscaba”, resume.
Joyce explica que, delante deesa situación, la única opción que le quedaba era buscar ayuda. “Comencé a frecuentar las reuniones en la Iglesia y desde ese momento soy una nueva joven, transformada y libre de todos los males. No tomo más”, concluyó.
Si conoce a una persona que está sufriendo en los vicios, no pierda tiempo. Muéstrele que puede cambiar esa historia en el Tratamiento de la Cura de los Vicios, que se realiza los domingos, a las 15 h, en la Universal. Av. Corrientes 4070 en Almagro.
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