Las últimas cifras publicadas por el INC (Instituto Nacional del Cáncer, un ente dependiente del Ministerio de Salud de la Nación) reflejan que, durante 2010, 3937 hombres murieron debido al cáncer de próstata, con un promedio anual de 11 200 casos.
La próstata es una glándula exclusivamente masculina del tamaño de una nuez que se localiza entre la vejiga y el recto.
Los síntomas más frecuentes asociados al cáncer de próstata son: dificultades al orinar, u orinar varias veces durante la noche, orinar poco, dolor al orinar, sangre en la orina o el semen y eyaculación dolorosa.
El diagnóstico se realiza a través de un análisis de sangre junto a un examen de tacto rectal. Si se diagnostica de forma temprana, las probabilidades de cura son del 90 por ciento, pero si se detecta en una etapa avanzada, esas probabilidades se reducen al 10 o 20 por ciento.
Los principales factores de riesgo asociados al cáncer de próstata son los siguientes: edad mayor o igual a 50 años y antecedentes familiares de padre o hermano con cáncer de próstata antes de los 60 años de edad.
La recomendación actual de la Asociación Americana de Urología es que los hombres de entre 40 y 54 años se sometan a la revisación prostática si presentan factores de riesgo para el cáncer de próstata. Caso contrario, la revisación deberá realizarse en hombres a partir de los 50 años. Las personas con síntomas deberán acudir de inmediato al médico.
Es importante recordar que en el caso del cáncer de próstata, la persona no siente ningún síntoma en sus fases iniciales. Solo sentirá dolor o dificultades para orinar cuando la enfermedad se encuentre avanzada.
No existe todavía una vacuna o medicación para prevenirlo, sin embargo, hay hábitos saludables que pueden disminuir su incidencia: evite las grasas de origen animal, ingiera una gran cantidad de verduras, legumbres y frutas, té verde, vitaminas A y D, selenio y tomate.
El tratamiento depende de cada caso y también de la edad del paciente: puede ser una cirugía, radioterapia o braquiterapia (colocación de semillas radiactivas en la zona prostática).
Tenga en cuenta también que el ejercicio físico regular y el control de peso están asociados a la reducción de la inflamación y a la mejora en el sistema inmunológico.
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