Valeria Vega sufría debido al asma que afectaba su salud seriamente. Vivía con inyecciones, tratamientos con corticoides y con el paff. Además, varias veces, fue internada en los momentos de crisis. Ella también padecía tormentos espirituales. “Recuerdo que veía sombras, era aterrador, en dos oportunidades sentía que me tocaban”, cuenta.
En su familia reinaban las discusiones y peleas, para ella se volvió algo normal y trataba mal a su padre, era violenta tanto verbal como físicamente. Y su vida sentimental era un fracaso, al principio iba todo bien, pero después se convertían en relaciones violentas.
“Me sumergí en los vicios, fumaba 60 cigarrillos por día y tomaba todos los días, también fumaba marihuana. Comencé de a poco, después era todos los días para olvidar el dolor, el sufrimiento diario. Tuve una hija, un virus atacó sus intestinos y los médicos dijeron que no se curaría, que tendría secuelas para siempre.
Conocí a mi esposo, le escondí todo esto y me mostré como una chica normal, la relación era maravillosa, pero por la abstinencia me volví muy agresiva con él. Había crecido en un ambiente violento y la paz y tranquilidad que me proporcionaba mi esposo era algo extraño para mí. Además, estábamos endeudados con casi todos los bancos. Mi vida era un desastre”.
Cansada de vivir así, Yanina intentó suicidarse dos veces, pero al tener la oportunidad de acercarse a la Universal de Pilar encontró la salida a todos sus problemas. “Participé de las reuniones y fui sanada del asma, abandoné los vicios y cambié. Mi matrimonio está bendecido, tenemos dos hijos sanos y la relación con mi papá es diferente. Ahora soy cariñosa y puedo dialogar tranquila. También la situación económica cambió. Jamás pensé que un día tendría esta nueva vida”.
La Universal de Pilar fue inaugurada el 15 de noviembre de 2009. Con una capacidad para 900 personas, está ubicada en la calle Lorenzo López 554 y cuenta con un número de teléfono para brindar atención: 0230-4423065
[related_posts limit=”17″]