No hacerlo antes de completar el Desafío #23
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Desafío: Aprender a decir “sí” y “no” más valientemente.
Explicación: Todos nosotros hacemos eso de vez en cuando, (o de vez en siempre). Decimos “no” cuando deberíamos decir “sí” y “sí” cuando deberíamos decir “no”. “Se abrió una vacante para el cargo de gerente, ¿te vas a presentar?” “No, ¿quién soy yo?… Probablemente se lo van a dar a una persona más calificada o a una que le guste más al jefe.” “Hijo, sé que ibas a salir con tu esposa esta semana pero necesito que me ayudes con la mudanza.” “Sí, mamá.”
¿Ya se arrepintió inmediatamente después de decirle que sí a alguien? ¿Sintió que se comprometió más de lo que debía y que se complicó la vida? Yo sí, muchas veces.
Si por una parte decir “sí” en vez de “no” nos hace sentir mal, decir “no” en vez de “sí” trae un buen sentimiento, aunque temporario. Es porque siempre que decimos este “no” es para huir de un desafío, evitar una situación que exigía una actitud más valiente de nuestra parte. En el ejemplo anterior, presentarse para la vacante de gerente exigiría de la persona el coraje de demostrar la ambición, de creer en sí mismo, y tal vez de ser rechazado. Sería salir de la zona de comodidad. Lo que hacemos generalmente al ser confrontados con tal situación es decir “no” y quedarnos donde nos sentimos cómodos y seguros. O sea, tenemos la ilusión de la comodidad y de la seguridad. En realidad, nuestra zona de comodidad la mayoría de las veces es incómoda e insegura. Pregúntele a cualquier persona que ya perdió su empleo “seguro” inesperadamente.
En fin, necesitamos ser más valientes con nuestros “síes” y con nuestros “noes”. Tener más criterio. Ser más osados. Más hombres. Más IntelliMen.
Su desafío de esta semana será prestar más atención a sus “síes” y “noes”, especialmente a los más importantes. Nosotros usamos esas palabras decenas de veces todos los días, sea de forma audible o silenciosa, con otras personas o con nosotros mismos. Sí, me voy a levantar ahora. No, voy a dormir un poco más. Sí, acepto un pedazo más de torta. No, ya estoy satisfecho, gracias. Sí, voy a chequear mi Facebook ahora. No, ahora no tengo tiempo de orar, voy a orar después.
Usted no haría nada sin usar sí o no. Aprender a usarlos correctamente le dará resultados mucho mejores en su vida.
Yo llamo a esas palabras “decisoras”. Son palabras de decisión. Y las decisiones son las que cambian nuestras vidas. Note cuándo, con quién, cómo y por qué usa estos decisores. Ni bien use uno, note a quién le está diciendo sí o no. ¿A sí mismo? ¿A otra persona? ¿A Dios? En seguida, vea cómo está usando ese decisor. ¿Es automático, por hábito, o cuidadosamente considerado? Y finalmente, ¿por qué está diciendo sí o no?, o sea, ¿qué está impulsando a ese decisor? ¿La cobardía? ¿El miedo a desagradar a alguien? ¿La pereza? ¿La ilusión de comodidad?
Si usted nota que está usando un decisor de manera equivocada, va a invertirlo rápidamente. Su sí se va a transformar en no y viceversa.
Cuaderno de Notas: Escriba una o dos frases en su cuaderno diciendo qué es lo más importante que aprendió en este desafío.
Socio Oficial: Converse con su Socio sobre esta desafío. Hablen sobre la experiencia que tuvieron esta semana en que vigilaron sus decisores.
Plazo: Este desafío puede ser iniciado inmediatamente y concluido antes del Desafío #25 que será lanzado de aquí a una semana.
Postear: Después – y solamente después – de haber concluido este desafío, postee sus comentarios en el Facebook del IntelliMen (no en el suyo personal), con este encabezado:
Desafío IntelliMen #24 concluido: Aprendí a decir “sí” y “no” más valientemente (Sume otros comentarios, por ejemplo: ¿llegó a cambiar un sí por un no debido a este desafío? ¿Cuál fue el resultado?)
