“Y estas señales seguirán a los que creen (…) sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” Marcos 16: 17-18
Cumpliendo lo que está escrito en la Palabra de Dios en el versículo de arriba, obispos, pastores y obreros de la Universal están consagrando sus manos para que, el próximo domingo 30 de agosto, los enfermos sean curados.
No será una oración por los enfermos, sino una imposición de manos, obedeciendo lo que dice la Biblia. Así como hicieron los apóstoles en el pasado, se realizará este día. Su sanidad ocurrirá conforme a la afirmación del Señor Jesús, porque los hombres y mujeres de Dios, al imponer sus manos, estarán creyendo en la Palabra del Señor Jesús. Todos los enfermos serán curados- esa es la fe.
Venga y reciba la imposición de manos para que la cura y la bendición que usted tanto necesita, sucedan en su vida. No pierda tiempo, la actitud de ir hasta la iglesia ya es una manifestación de fe- lleve también a sus familiares y amigos.
Los que creen irán y serán curados. Esa es la promesa de Dios. Este encuentro especial se realizará en todas las Universal.
Vea la dirección de la Universal más cercana aquí.
“Decidí dar un basta”
A los 13 años, Roseclenia Carioca de Holanda Campos (foto de al lado), hoy de 40 años, sufría con una enfermedad que los médicos no podían diagnosticar. Posteriormente, ella tuvo que ser internada por un derrame pleural (agua en el pulmón). Durante 2 años, y después de dos cirugías, ella continuó realizándose exámenes. Debilitada, llegó a pesar 23 kilos, y se desplazaba apenas con una silla de ruedas. Perdió la voz y tuvo que abandonar los estudios.
Con el tiempo, se recuperó. Pero en el 2.001, el problema volvió, más fuerte, y ella tuvo que ser internada nuevamente. Estuvo 3 días en terapia intensiva y descubrieron que tenía cáncer de pulmón. El tiempo pasó y los dolores empeoraron.
“Comencé a tener dolores insoportables, me sentía mal , vomitaba sangre. Busqué al mejor cirujano de Río de Janeiro y él me dijo: “Puedes ir hasta Estados Unidos, pero tu caso no tiene más solución. Empeorarás y estarás unida siempre a un tanque de oxígeno y tomarás medicamentos para el dolor”. Salí de allí mal y desesperada. Entonces, decidí dar un basta y fui a la Universal. En el 2.013, en una reunión, recibí la cura y me liberé de los medicamentos y dolores. Con el tiempo, recuperé mi peso y volví a estudiar. Trabajo por cuenta propia y de a poco estoy recomenzando. Hoy tengo una vida normal”, destacó.
Si usted desea recibir una palabra de fe, haga como Roseclenia, participe del Domingo de la imposición de manos en Av. Corrientes 4070 – Almagro a las 9:30h o en la Universal más próxima a su hogar.
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