«Y el Señor dijo a Abram: Vete de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra que Yo te mostraré. Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la Tierra». Génesis 12:1-3
«Así dice el Señor, el que da el sol para luz del día, y las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, el que agita el mar para que bramen sus olas; el Señor de los Ejércitos es Su Nombre: Si se apartan estas leyes de Mi presencia —declara el Señor— también la descendencia de Israel dejará de ser nación en Mi presencia para siempre». Jeremías 31:35-36
La bendición que todos quieren, pero no siempre quieren dar
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