Antes de saber qué hacer es necesario entender que se debe dejar de hacer durante el Ayuno de Daniel:
Elimine todas las actividades innecesarias e inútiles de su vida y que desvían su enfoque de Dios.
Evalúe siempre partiendo desde lo que es básicamente necesario. Usted necesita comer, beber, dormir, trabajar, estudiar, cuidar su vida espiritual, su salud y sus relaciones (ya sean familiares, amistades, vida de pareja). Excluya lo que es puro entretenimiento o distracción, lo que no añade nada a su vida.
Y ahora que entendí lo que no debo hacer, ¿qué debo hacer?
Estar más en contacto con la voz de Dios. Siga los 4 pasos a continuación para esto:
1-Medite en la Palabra de Dios. Esto no se trata sobre la cantidad de lectura, sino en lo que usted absorbe de lo que leerá.
2-Concurra a la iglesia durante estos 21 días tanto como sea posible para buscar el Espíritu Santo.
3-Tenga sus momentos con Dios también fuera de la iglesia. Reserve períodos de oración. Orar es conectar la mente directamente con Dios, y esto puede hacerse en cualquier momento o lugar.
4-Busque absorber contenidos espirituales: descargue y utilice la aplicación de la Universal en su celular o Tablet, siga el Portal Universal.com.ar y lea los mensajes en los blogs de la Universal, el blog del obispo Macedo, mire la TV Universal, escuche la radio Red Aleluya, películas bíblicas y Univer (en porugues) Pero, cuidado: no visite todo y cualquier sitio web o mire todo y cualquier video solo porque el contenido es cristiano, porque de esta manera usted podrá caer en el mismo problema: llenarse de información.
Escuche la voz de Dios y actúe
“Lo más importante es que medite en lo que Dios quiere hablar con usted, y Él habla solo por una razón: porque quiere que usted actúe, tome una actitud, invirtiendo en la dirección que Él le dará. Si Él ve que usted no practicará lo que le diga, puede tener la certeza de que no hablará. Lo más importante es oír la voz de Dios y actuar sobre lo que Él le diga que tiene que hacer. Solo de esta forma usted verá el resultado del Ayuno de Daniel en su vida”, destaca el obispo Renato Cardoso.
La voz de Dios no vendrá cuando, de repente, las nubes se abran y un ruido como el de un trueno provenga del cielo. Vendrá de forma suave, pero firme en su mente. Como una respuesta que usted busca hace bastante tiempo, algo que lo hará recordar, entre otras cosas. ¿Usted está dispuesto a escuchar la voz de Dios y poner en práctica Su dirección? Si lo está, este Ayuno de Daniel es para usted.
Comparta este artículo con sus familiares y amigos e invítelos también para que participen de los 21 días de transformación mental.