El día a día junto a la persona que ama y ha elegido para pasar toda la vida. El compañerismo, acostumbrado a su forma de ser, sus gustos, defectos y cualidades. Ustedes ya se conocen tan bien. Pero, de pronto, la noticia más temida por quien ama llega: esa persona murió.
No despertará a su lado por la mañana, el perfume se quedará en el frasco y no embriagará el ambiente, sus sonrisas, sus miradas, su toque, solo quedarán en la memoria. “¿Cómo será mi vida sin mi amor?” Es el pensamiento que pasa por la cabeza de la persona que perdió a su cónyuge.
Ante el dolor por la pérdida, muchos se cierran para una nueva relación. No pueden imaginarse al lado de otra persona que no sea el marido o la esposa que se ha ido. Hasta intentan encontrar a alguien, pero parece imposible encontrar a un sustituto.
Lo que muchas personas que enviudaron deben entender es que, además del entierro físico, es necesario realizar otro entierro si desea continuar la vida: el emocional.
¿Qué es el entierro emocional?
Nadie borra de la memoria toda una historia de vida, pero apegarse a esto para no vivir más es optar por el sufrimiento.
El obispo Renato Cardoso enseña que la persona que enviudó debe elegir darse otra oportunidad. “Ese entierro emocional tiene que suceder. Mientras alimente el pasado, los recuerdos, los porqués, usted nunca recomenzará”, explica él.
Otro detalle importante que el obispo resalta y que ha sido una piedra de tropiezo, es tratar de encontrar a alguien que sustituya a la persona que murió. “Usted nunca encontrará un reemplazo para esa persona. El viudo no debe buscar un sustituto, sino un recomienzo, una nueva historia.”
Aunque parezca difícil pensar así al principio, es necesario recordar que existe un Dios especialista en nuevos comienzos, aunque todo parezca imposible:
“He aquí que Yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.” (Isaías 43:19)
Pero para ver lo nuevo se debe dejar las cosas vividas en el pasado:
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.” (Isaías 43:18)
Aprender a recomenzar es una de las lecciones que todos los que participan de la Terapia del Amor están aprendiendo. Participe de las conferencias todos los jueves a las 16 y 20h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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