El 10 de octubre marcó la vida de decenas de personas en Europa. Los líderes del trabajo en la Universal de Bélgica, Estonia y Suiza realizaron bautismos en las aguas, dándole la oportunidad a los que querían abandonar la vida antigua y entregarse a Dios.
“El bautismo verdadero y sincero lleva a la persona a tener la honra y el privilegio de acercarse más a Dios”, explica el responsable por el trabajo de la Universal en Bélgica, el pastor Rafael Nogueira.
En Bruselas (Bélgica), 33 personas se bautizaron; en Tallin (Estonia), 8 personas; y en diversas ciudades de Suiza, más de 100 descendieron a las aguas.
“Estas personas asumieron su fe públicamente por medio del bautismo en las aguas”, relata el pastor Felipe Monteiro, líder de la Universal en Suiza.
Por qué elegir el bautismo
El pastor Rafael explica que el bautismo realizado por la Universal sigue la enseñanza bíblica descripta en el capítulo 3 del libro de Juan. Según lo que él explica, el Señor Jesús dejó claro que, para asumir una alianza verdadera con Dios, es necesario nacer nuevamente.
El pastor Ailton Soares, responsable de la evangelización en Estonia, cuenta como Tatiana Harkina conoció la Universal y aceptó ser bautizada. “Cuando ella llegó al Centro de Ayuda, cargaba en el pecho amargura, tristeza, pensamientos de acusación, nerviosismo y tenía problemas en casa con las hijas”.
El pastor relata que Tatiana pasó a frecuentar las reuniones, donde desarrolló su fe de manera consciente, y, poco después, llevó también a sus hijas a los encuentros de la iglesia. Su comportamiento cambió y, consecuentemente, sus problemas fueron superados.
“Ella dijo que esperó el bautismo con alegría en el corazón. En los 21 días del Ayuno de Daniel ella buscó fuerte el bautismo con el Espíritu Santo”.
Según lo que explica el pastor Rafael, el bautismo no elimina todos los problemas de la vida del cristiano, pero da la certeza de que, siguiendo los pasos de Jesús, es posible alcanzar la felicidad eterna.
“Así, nosotros debemos tener esa conciencia de que las pruebas, tentaciones, momentos difíciles y algunos desafíos vendrán, pero la decisión y la elección siempre es nuestra. Debemos mantenernos firmes y vigilantes. Por eso, Dios nos dio libre albedrío. Somos nosotros los que decidimos qué hacer”, concluye.
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