Hola obispo, tengo 25 años, y voy a la Universal desde 2006. Soy evangelista y anhelo mucho poder servir a Dios en el altar, ser usada para liberar a las personas, sentir de hecho el dolor del que sufre, ministrar la cura, ser útil para Dios, de verdad.
Sé que nadie es perfecto, súper-santo, pero por más que me he desviado de la mentira, de la prostitución, de los vicios, en fin, de todo lo malo no logro creer que soy salva. Todos siempre me dicen que soy de Dios, pero no logro creer en mi salvación.
La verdad es que no sé responderle si tuve un encuentro con Dios. Solamente puedo decir que ya no estoy más en el primer amor. Por más que esté “activa” físicamente en la iglesia, sé que estoy apagándome espiritualmente.
Por favor, oriénteme, porque ya pasó tiempo más que suficiente para que yo pueda recibir el Espíritu Santo y servir a Dios con mi vida. ¡No quiero llegar al punto de salir de la iglesia!
Respuesta
Amiga, creo en su sinceridad cuando dice querer servir a Dios ayudando a las personas, etc. Sucede que nosotros solo podemos dar lo que tenemos. Usted misma afirma “no creer en la propia salvación, que no está más en el primer amor y que se siente apagada espiritualmente”.
Amiga, olvídese de su tiempo en la iglesia, y deje todo lo que usted esté haciendo actualmente en la obra de Dios. Empiece urgentemente una cadena de liberación y busque los días miércoles y domingos por la mañana la presencia de Dios, en la Universal más próxima a su casa.
Usted necesita liberarse y nacer de nuevo. El Señor Jesús, respondiéndole a uno de los principales líderes de los judíos, dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3.5)
Nacer del agua, significa escuchar la Palabra de Dios que va limpiando los pensamientos negativos, sucios, y que quita toda duda, haciendo que la persona pase a tener nuevos valores, y esté preparada para nacer también del Espíritu Santo.
Amiga, no desperdicie su vida, pues es muy preciosa para Dios. No permita que el diablo la derrote. Vaya hacia adelante, luche y Dios estará con usted. Dios la bendiga.
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