Obispo Renato, ¿todo bien?
Me gustaría hablar personalmente todo lo que voy a contar en este mensaje, pero sé que usted es una persona muy ocupada, por eso decidí escribirle.
Esta semana estoy completando el desafío #49 del y, particularmente, para mí no ha sido fácil desde que comencé en este proyecto, porque pensamos que, por tener un cierto tiempo de iglesia y una “cierta experiencia”, todo esto es una tontería, pero llegué a la conclusión de que es algo muy importante para todos nosotros, principalmente para los más antiguos.
En fin, la razón por la cual estoy escribiéndole es que usted fue la primera persona que vino a mi mente para pedirle perdón al momento de cumplir este desafío, y era algo que debía haber hecho antes, pero me faltó coraje y humildad. Reconozco y asumo todos mis errores en la Obra de Dios, y estoy dispuesto a cambiar y a ser un hombre de Dios mejor a cada día, por eso abracé este proyecto como algo que necesitaba hacer.
Obispo, perdóneme por todo lo que hice y por las decepciones que ocasioné a causa de mis actitudes incorrectas en la Obra de Dios. Como usted dijo en el post de este desafío, nosotros los hombres somos muy orgullosos y no nos gusta reconocer nuestros errores, y es verdad, pero oré pidiéndole a Dios una dirección, y Dios me dijo que debía pedirle perdón a usted y a Cris. Creo que este es mi segundo toro que debía sacrificar en esta Hoguera Santa: mi orgullo.
Después de Dios y del proyecto en sí, Márcia también me ayudó mucho en esta decisión a causa de las enseñanzas que ella ha recibido en el . Porque ella nunca permitió que me rebelara contra la Obra ni que le echara la culpa de mis problemas a las demás personas. Puedo garantizarle que he conservado mis buenos ojos hacia la Obra de Dios y he trabajado como nunca para no decepcionar al Dios que me llamó y para honrarlo cada día.
Pido que usted me ayude en oración, y si tiene algún mensaje o reprensión, estoy dispuesto a recibirlo. ¡¡Estamos en la fe y, gracias a Dios, estamos felices con la oportunidad de poder servir a nuestro Dios!!
Perdóneme por el atrevimiento de escribirle, pero solo estoy obedeciendo a lo que Dios me orientó que hiciera.
¡Un abrazo!
¡Muchas gracias por su atención!
¡¡Que Dios lo bendiga!!
Obispo Oliveira
Lección del Espíritu Santo:
¿Por qué sin la fe con obras es imposible agradar a Dios?
Porque la Fe con obras nos hace d e p e n d e r del Dios Altísimo.
Al vivir en la dependencia de Él volvemos al estado original anterior al pecado: humildad.
Adán y Eva vivían en la dependencia de Él.
Este es el tipo de humildad que da la condición de conquistar y permanecer en el Reino de los Cielos. Y la primera gran enseñanza del SEÑOR:
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos (Mateo 5:3), queda mucho más claro.