“¿Quién engañó a Roger Rabbit?” (1989) es una de las películas más populares de todos los tiempos. Ganadora de 4 premios Oscar, consagró a Jessica Rabbit, primer personaje de dibujos animados que se convirtió en un símbolo sexual. Incluso 27 años después del lanzamiento de la película, y a pesar de que Jessica no es real, aún hoy, existen muchas personas imaginando como sería ser o estar de novio con la muchacha.
Sin embargo, algunas personas, van demasiado lejos.
La modelo sueca Pixiee Fox, de 25 años de edad (foto), se quitó 6 costillas para parecerse aún más a Jessica Rabbit. En una declaración a la revista People, Pixiee confesó que le fue difícil encontrar a un médico que realizara el procedimiento, pero aun así, insistió y se arriesgó. Hasta ahora, la cirugía no ha mostrado consecuencias graves.
En total, la modelo ya ha gastado más de 120 mil dólares en cirugías plásticas para realizar su sueño de convertirse en un personaje de dibujos animados. Parte del dinero es donado por fans y patrocinadores, y ella afirma que, en breve, se hará más cirugías.
A la joven no le gusta hablar sobre la apariencia que tenía antes de hacerse las cirugías, pero deja claro que, en esa época, ella no tenía autoconfianza, sobre todo por su apariencia, vea al lado, una foto de cómo era ella antes de las cirugías.
En el mundo de la imaginación
Pixiee no es la única que busca escapar de la realidad. Ese es uno de los principales motivos, por ejemplo, que llevan a las personas a convertirse en adictos al alcohol y a otras drogas. La baja autoestima o la opresiva sociedad en la que vivimos son factores capaces de desencadenar el deseo de huir de la realidad y vivir en la fantasía.
La escritora Aline Munhoz, autora del libro “Mundo de Aline” y coordinadora del proyecto Godllywood en Filipinas, explica por qué esa manera de actuar no es la solución para los problemas. “Una cosa es que usted planifique, tenga el deseo e incluso fe para que sucedan cosas buenas en su vida. No existe ningún problema por eso. Pero, permanecer soñando despierta solo hace que gaste tiempo con la mentira, porque nada de lo que está imaginando o incluso está ‘representando’ es verdad”.
Según ella, las personas siempre terminan “despertando” de esos sueños y el golpe que da la realidad es duro. “Tal vez usted hasta se divierta durante su sueño despierta, pero, ¿en qué la beneficia eso en la práctica? ¿Qué suma en su vida? ¿Usted es de la clase de personas que solo es feliz mientras permanece imaginando esas cosas en su cabeza, y después, cuando ‘se cae de la cama’, vive una vida triste? Pues sí. En realidad esas cosas solo hacen que huya de la realidad, en vez de enfrentarla y luchar para tener una vida diferente, mejor, con Dios.”
La solución posible
Fabiola Barzola creció alimentando un complejo de inferioridad que la convirtió en una joven con varios problemas psicológicos y, consecuentemente, físicos. “Era una muchacha muy triste, vacía, acomplejada, con baja autoestima. Tenía miedo a la oscuridad y pesadillas. Sufría de sonambulismo”, cuenta Fabiola.
A pesar de pertenecer a una familia bien estructurada, ella sentía un gran deseo de salir de esa realidad, aunque eso significara la muerte. La falta de objetivos en la vida alimentaba sus conflictos internos y la volvía agresiva hasta con su propia madre.
Sin embargo, para cambiar esa situación, ella no se rindió a las fantasías o a los vicios, sino que buscó a verdaderos amigos que podían ayudarla. Su madre la invitó a la Universal y allí ella conoció al grupo de la Fuerza Joven, a quien agradece por su mejoría:
“Yo no creía en mí, no creía más en la felicidad, buscaba algo que ni yo sabía qué era y lloraba mucho, sin motivo”, cuenta. “La Fuerza Joven me recibió y me recibe con mucho amor. Solo necesitaba que alguien creyera en mí y, desde entonces, decidí ir más veces, y fue la mejor elección que he hecho.”
Fabiola aprendió su valor y a luchar por el cambio de su realidad, en vez de soñar o deprimirse. Hoy ella es feliz y entiende que la lucha para alcanzar sus metas la convierte en una mejor persona. “Ahora puedo decir que soy una joven feliz, que encontró las ganas de vivir, con muchos objetivos en mi vida”, concluye.
Si usted también necesita cambiar su realidad, participe de la Reunión de los Hijos de Dios, este miércoles, en la Universal, y descubra la manera de usar su fe para realizar esa transformación. Haga clic aquí y vea las direcciones de la Universal más próxima a su hogar.
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