Cuando hablamos de colesterol y triglicéridos, en seguida viene a nuestra mente la imagen de villanos para el cuerpo humano, responsables de enfermedades como el infarto y el accidente cerebro vascular. Pero de acuerdo con la médica cardióloga Thalita Merluzzi, de 34 años, del Hospital Moriah, en San Pablo, Brasil; esas sustancias son fundamentales para la existencia de la vida. Sin embargo, el exceso de las mismas en la sangre,son los principales factores de la acumulación de grasa dentro de las arterias, que pueden causar los problemas mencionados anteriormente.
La especialista explica que el colesterol se divide en dos tipos: “el LDL o lipoproteína de baja densidad, conocido como colesterol malo, es el responsable de transportar el colesterol del hígado y del intestino hacia las células. Por otro lado el HDL o lipoproteína de alta densidad, tiene la función de remover el exceso de colesterol de los tejidos y llevarlos nuevamente hacia el hígado, como si hiciera una limpieza de la grasa, por esta razón se lo llama colesterol bueno.”
La médica afirma que los triglicéridos constituyen una de las maneras de almacenamiento de energía más importantes del organismo. “Depositados en los tejidos adiposo y muscular, están relacionados a los carbohidratos que el paciente ingiere, como la harina, el arroz, el azúcar y los tubérculos como la papa, por ejemplo”.
Cómo tener un control
La recomendación es que a partir de los 20 años, todos se realicen exámenes periódicamente. Según la especialista, la primera medida para frenar la evolución de las grasas es modificar la dieta. “La alimentación saludable siempre es indicada como tratamiento para el cambio de colesterol como también para los triglicéridos. Dependiendo de los valores de riesgo, establecemos una meta del valor ideal de colesterol para cada uno, podemos tratar los cambios de hábitos de alimentación y también asociar una medicación.”
La especialista afirma que la práctica de actividad física es fundamental para la reducción de triglicéridos, sin embargo, no es tan eficiente en la reducción de colesterol. “Pero es capaz de modificar la estructura del colesterol malo, volviéndolo menos agresivo, además, es la manera más eficaz de aumentar los niveles del colesterol bueno”, asegura.
Cambio
El supervisor comercial Leonardo Lafiandra, de 30 años, (foto al lado) solo se dio cuenta que debía cambiar su rutina después de realizarse exámenes médicos y recibir una advertencia. “Mi madre es diabética y también tuvo cambios de colesterol. El médico me dijo que por el historial familiar yo estaba en el grupo de riesgo, propenso a presentar ese tipo de problema debido a mi rutina de alimentación y mi estilo de vida.”
Leonardo solía practicar deportes cuando era un niño, pero, al comenzar a trabajar a los 22 años, empezó a gastar mucho dinero comiendo afuera y descuidó su alimentación. “No tenía reglas. Como trabajo visitando a los clientes en auto, solo sentí que debía cambiar cuando me quedé sin vehículo. Comencé a viajar en subterráneo y en autobús y tuve que caminar por muchos lugares, me sentía cansado y me di cuenta que tenía que hacer algo.”
Después de la consulta médica, comenzó a ejercitarse regularmente con la ayuda de un personal trainer. “Redescubrí el placer de practicar deporte. Hoy puedo caminar 5 kilómetros sin detenerme. Estoy pesando 102 kilos pero quiero llegar a las dos cifras. Voy despacio pero con constancia para no desistir”, concluye.
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