Desde el inicio, la Hoguera Santa de Israel fue inspirada para llevar a las personas a entregarse de cuerpo, alma y espíritu a Dios. Y aquellas que en este mes de diciembre manifestaron de su fe, enviaron sus pedidos de oración al Valle de Gedeón, en Israel. Los obispos llegaron a este lugar descrito en la Biblia el pasado jueves 17, y clamaron a Dios por la realización de los sueños de cada fiel. En la oración, el obispo Macedo dijo: “Señor, nuestro Dios y Padre, sé que Tus ojos están atentos a nosotros, que Tus oídos están atentos a nuestras palabras. El Señor sabe, y nosotros también, que no merecemos nada de Ti, pero por la fe manifestada en Tu Palabra, que es Verdadera, Antigua, y fue prometida a nuestros padres en la fe, Abraham, Isaac e Israel, esa Palabra que ha guiado nuestra vida, nuestro trabajo, nuestra prédica, es que están aquí los pedidos de todo el mundo.
Oh, Soberano de Israel, el Señor dijo que ‘si éstos callaran, las piedras clamarían’ (Lucas 19:40) y estas piedras se han unido a nosotros durante todos estos años, dos veces al año, clamando por tu pueblo alrededor del mundo.
Señor, no sé cuáles son sus necesidades, sus problemas, pero creo que aquí hay pedidos, clamores, súplicas, gemidos, almas que se han puesto en Tu Altar para que Tu Espíritu las reciba. Oh, Poderoso de Israel, que Tu Espíritu descienda aquí ahora para recibir las almas de las personas que han puesto sus vidas en Tu Altar. Haz lo que nosotros no podemos hacer, porque nosotros predicamos Tu Palabra, ministramos Tu Poder, pero solo el Señor realiza los milagros que las personas necesitan.
Nos unimos aquí, ahora, para suplicarte, sea glorificado en nuestras vidas y en las vidas de las personas cuyos nombres están escritos aquí. Dondequiera que haya alguien que manifestó su fe, que Tu Espíritu descienda como el fuego que descendió en la época de Elías y haga levantar un ejército como el de los 300 de Gedeón, que hizo la diferencia. Tenemos la certeza de que el Señor hará cosas grandiosas, gloriosas, para que se conozca en toda la Tierra que solo el Señor es Dios.
Entregamos estos pedidos en Tus Manos, considerándolos ya respondidos, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
Clamor por los diezmistas
En Gilgal, donde la Biblia dice que cesó el maná y el pueblo de Israel comenzó a comer los frutos de la tierra de Canaán, se realizó un clamor por los diezmistas. En él, el obispo Macedo determinó: “El Señor dijo que bendeciría a los fieles, que reprendería a los devoradores, sin importar cuántos fueren. Lo importante es que no necesitamos preocuparnos por ellos ni por lo que hagan, porque ellos serán derrotados porque el Señor de los Ejércitos de los ángeles estará para siempre peleando por nosotros contra los que se nos oponen.
Los diezmistas son los primogénitos y estamos aquí por el derecho que nos concede Tu Palabra y la obediencia a ella. Asumimos la posición de primogénitos del Señor, para que Tu Nombre sea honrado, glorificado y exaltado, desde ahora y para siempre, y todo este mundo sepa que solo el Señor es Dios”.
Si usted es fiel a Dios, crea, porque la victoria ya fue determinada.
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