Con seguridad usted atravesó problemas laborales. Si todavía no los tuvo, es muy probable que en algún momento los tenga. Independientemente del camino elegido, alcanzar metas no es algo simple, le cabe a usted decidir cómo enfrentará los problemas que surjan.
Es muy importante no alimentar pensamientos negativos ante las dificultades. Creer que los resultados serán malos hace que, frecuentemente, todo salga mal. Por otro lado, creer en una buena resolución de la situación impulsa buenos rendimientos.
Si sus palabras son negativas, si está siempre esperando lo peor, está boicoteándose. Piénselo bien, usted cree que sucederá lo peor y para colmo lo dice. Eso es fe utilizada de forma negativa para alimentar dudas. Si la duda se alimenta, se hace realidad, y es el camino más rápido para interrumpir su desarrollo. O sea, usted está usando su mayor poder interior contra sí mismo. Está saboteando sus esfuerzos con sus propias palabras. Con este tipo de actitudes, ni hacen falta enemigos.
Para cambiar esta situación, es necesario usar la fe de forma positiva. Si usted empieza un trabajo con la convicción de que tendrá el mejor resultado, la probabilidad de alcanzarlo será mayor que la de fracasar, porque usted se mueve por su convicción interior.
Si quiere despertar la fe en su interior y utilizarla para alcanzar sus objetivos, participe este lunes del Congreso para el Progreso, a las 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070.
Ellas tuvieron un 2015 diferente
Diego: “Llegué al Congreso para el Progreso con mi empresa de venta de ropa en quiebra, había muy pocas ventas. Por ese motivo tuve que cerrar un local y ya estaba a punto de cerrar el otro, era una situación insostenible. Estoy participando hace cuatro lunes del Congreso para el Progreso y las cosas están cambiando, han aumentado las ventas, gracias a Dios y ya no tengo que cerrar el negocio”.
Liliana: “Estaba endeudada y, a pesar de que mi esposo y yo trabajábamos, el dinero se nos escurría de las manos. Le debíamos al banco, a las tarjetas de crédito y cada vez era peor. Era humillante que mi mamá, siendo jubilada, nos ayudara. Conocimos el Congreso para el Progreso, me independicé, tengo mi estudio jurídico y gracias a Dios pagamos las deudas, cambiamos nuestra casa por una más grande y compramos un auto”.
Congreso para el progreso, todos los lunes a las 8, 10, 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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