El Centro para el control de las Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos recomienda la aplicación de la vacuna contra el virus del HPV en niños, adolescentes y jóvenes, porque es un arma muy potente para prevenir el cáncer ano-genital en poblaciones masculinas y orofaríngeo (boca y faringe), además del de cuello de útero en mujeres.
En Argentina, la vacuna fue incorporada a partir de octubre del 2011 al calendario oficial, que protege contra los virus 16 y 18 y que se aplica en niñas de 11 años. Si bien está aprobada para varones de 9 a 26 años, todavía no se encuentra incluida en el calendario de vacunación nacional.
El Virus del Papiloma Humano (VPH o HPV) es una familia de virus que se transmiten por contacto sexual. Los VPH denominados “de alto riesgo oncogénico” son alrededor de 15, y los más comunes son el 16 y el 18. Estos pueden producir verrugas, pero se asocian fundamentalmente a las lesiones precancerosas, que son las lesiones que pueden evolucionar lentamente a un cáncer.
“Me habían dado tres meses de vida”
La salud de Rosana Herrera siempre estuvo mal, sufrió depresión y estuvo a punto de morir de cáncer de cuello uterino, sin embargo, sabía donde buscar una salida para esa situación.
“Busqué ayuda en la casa de los espíritus cuando estuve a punto de perder a mi hijo, comencé a servir a las entidades, sin embargo, mi matrimonio se destruyó, nos separamos y me volví depresiva, vivía llorando, terminé yendo al psiquiatra y tomando antidepresivos y pastillas para dormir”, cuenta.
Ella ya estaba cansada de sufrir por lo que aceptó la invitación de su hermana para ir a la Universal. “Ese día pude dormir y comencé a participar pero no me ponía firme por lo que los problemas con mi pareja me afectaron tanto que intenté suicidarme. Encima después de que tuve a mi segundo hijo, me detectan cáncer en el cuello del útero. Tenía dolores y hemorragias, el médico me dijo que me tenían que operar de urgencia porque me daban tres meses de vida. Ahí regresé a la iglesia con otra visión de las cosas, el cáncer no me podía vencer, Dios me tenía que ayudar.
El cáncer vuelve a aparecer a los seis meses, el médico me iba a vaciar y yo decido probar usando la fe a pleno. Cuando regresé al médico, habían desaparecido las células cancerígenas. Hoy estoy sana, libre de los tormentos espirituales y estamos muy bien con mi pareja”.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
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