El idioma inglés es, sin dudas, uno de los más hablados del planeta. Se lo ha denominado “idioma del mundo” en varias oportunidades y, si bien no es un idioma oficial en la mayoría de los países, es actualmente la lengua que se enseña con más frecuencia como idioma extranjero. Por ejemplo, debido a un Tratado internacional, es el idioma oficial de comunicación aeronáutica, y marítima. También es uno de los cinco idiomas oficiales de las Naciones Unidas y muchas otras organizaciones internacionales, incluido el Comité Olímpico Internacional.
Al momento de aprenderlo, además de la pronunciación, una de sus mayores dificultades es la conjugación de los verbos y el orden de los vocablos en las oraciones, que suele ser muy distinto al del español y por eso genera confusión.
Ante esa dificultad y con el objetivo de mejorar la escritura, surgieron varias aplicaciones que buscan combatir la deformación del lenguaje que se da en una época en la que parece obligatorio escribir rápido y de forma abreviada.
Para corregirnos al escribir y aprender el idioma de forma correcta, un grupo de desarrolladores creó una herramienta gratuita llamada Grammarly, que busca corregir no solamente la ortografía sino también la gramática de un documento escrito en inglés.
Esta útil aplicación se puede encontrar en dos versiones. La primera llega en forma de extensión para los navegadores como Google Chrome, Safari, Firefox e Internet Explorer, y resulta ideal para chats o redes sociales, ya que se incorpora perfectamente al navegador y nos va corrigiendo a medida que escribimos.
Por otro lado encontramos una extensión para la suite de Microsoft Office, y finalmente, una aplicación propia, que nos permite crear un documento desde cero. Para cualquiera de las versiones es necesario crear una cuenta gratuita en https://app.grammarly.com/
Hay dos tipos de cuentas, la gratuita y la premium, con diferencias en la cantidad de vocablos a corregir, pero la gratuita es perfectamente utilizable para corregir textos traducidos. La ventaja de este sistema es que explica el por qué de la corrección y permite aplicarla o no. Con este tipo de correcciones se mejora la curva de aprendizaje, evitando que se vuelva a repetir el error.
Otro corrector, que además presenta aplicaciones para dispositivos móviles, es WhiteSmoke, pero la principal diferencia y desventaja es que no tiene versiones gratuitas.
De esta forma, vemos cómo la tecnología nos ayuda a aprender, a practicar y a mejorar un idioma, entre otras tantas aplicaciones. Es solo cuestión de buscar en la web y animarse a probar estas nuevas herramientas, que nos ayudan a perfeccionar nuestros conocimientos.
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