Entre todos los asuntos que preocupan a los padres en la actualidad, el consumo de drogas es uno de los más serios. Después de todo, el consumo de alcohol, tabaco y drogas ilícitas ha sido un problema grave y frecuente entre adolescentes y jóvenes.
Lamentablemente, las drogas están presentes en los hogares de muchas familias, y muchas madres sospechan que sus hijos ya las consumieron o las consumen. Pero, no saben cómo reaccionar. ¿Qué hacer ante esta sospecha?
La psicopedagoga ZezaWeyne, directora de la Asociación Brasileña de Psicopedagogía, orienta que en ese caso, la madre debe conversar con su hijo y demostrarle su opinión con firmeza. Es importante crear un ambiente cómodo para entablar un diálogo abierto y darle la oportunidad al joven a que hable sobre el asunto. “La madre nunca puede hacer de cuenta que nada está sucediendo. Debe enfrentar el problema y buscar la solución más adecuada por el momento. También debe ser directa y afectiva tanto en la indagación como en la conducta posterior”, afirma.
Además, los padres siempre deben acompañar el desempeño de su hijo en la escuela, en el trabajo y en las demás actividades para que puedan estar al tanto de las dificultades que él está atravesando.
Pero no es sólo cuando existe una sospecha que los padres tienen que estar presentes en la vida cotidiana del niño. Independientemente de la desconfianza, hablar sobre las drogas debe ser algo habitual en la familia.
La psicopedagoga explica que el diálogo debe existir como una forma de prevención. “Utilice un lenguaje apropiado a la edad, hable sobre el peligro del primer contacto y las consecuencias que él puede enfrentar, incluso mencione casos famosos y muéstrele como se desarrolló la historia de cada uno. No lo regañe, pero converse de una manera esclarecedora”, recomienda Zeza.
Otra forma importante de prevención es promover actividades junto a sus hijos, como almorzar o cenar, salir, practicar deportes y tiempo de ocio.
La doctora, además sugiere que la madre también incentive al padre a conversar con su hijo. “Concientícelo y demuéstrele que si los dos, padre y madre estuvieren en sintonía, el resultado será mucho más positivo”, destaca.
¿Solo es desconfianza?
No existen reglas para confirmar la sospecha de que el adolescente o el joven están consumiendo drogas. Pero, generalmente, se observan cambios en su comportamiento. En casa, él puede permanecer mucho tiempo irritado y agresivo, con tendencia a aislarse. En la escuela, es posible que baje su rendimiento, se desinterese por los estudios y se distancie de sus compañeros. Además de esto, nuevos amigos, con los que antes no convivía, comienzan a formar parte de su convivencia. “Manténgase cerca de su hijo, conozca a sus amigos y a sus compañías. Convivir con él también es una forma de prevención”, revela.
En el caso de que las sospechas se confirmen, no se desespere. Aunque se angustie o se aflija, debe mantener un diálogo abierto y acogedor. Gritar, pelear y amenazar son actitudes que pueden empeorar el problema. “Los padres deben actuar inmediatamente cuando descubran o desconfíen que él consume drogas. No pierda la calma, demuestre afecto, que quiere ayudar y no castigar”, señala Zeza.
Esto no fue lo que hizo Marcia Fermino dos Santos, de 45 años, cuando sospechó que su hijo, Renan, en ese entonces un adolescente, consumía drogas.
Cuando lo sospechó, el joven ya estaba involucrado con el problema. “Yo trabajaba mucho para darles lo mejor a mis hijos y suplía mi ausencia con cosas materiales. Por eso, pensaba que no necesitaban más nada y no mantenía un dialogo con ellos”, dice.
Las sospechas comenzaron cuando ella notó que su hijo llevaba muchos adolescentes a su casa. Entonces, comenzó a seguirlo. Un día, ella lo encontró en una ronda de amigos consumiendo drogas. “En el momento perdí la estabilidad, irrumpí y tuve una crisis de llanto. Lo tomé por la fuerza de allí y peleé con él”, recuerda.
Desde ese entonces, Marcia pasaba días sin dormir, estaba preocupada y seguía a su hijo a donde iba, hasta la casa de los traficantes. “Como yo no tenía sabiduría, seguía a Renan a los lugares donde los adictos se reunían para consumir, lo llevaba a la fuerza a la Universal y le exigía que cambiara.”
No sirvió de nada actuar así. Su hijo permaneció más de diez años consumiendo drogas. Sin embargo, fue con la ayuda del proyecto Madres en Oración, en la Universal, que Marcia aprendió a lidiar con él. Además de las oraciones, ella recibió orientación sobre cómo tratarlo. En vez de exigirle y pelear con él, Marcia comenzó a apoyarlo, a estar más presente y a ser más cariñosa. Renan notó el comportamiento de su madre y comenzó a cambiar. “Me dediqué a él de una manera diferente. Un día, Renan entro a mi habitación, tiró las drogas al suelo y lloró mucho mientras me pedía ayuda”. A partir de ese momento, el comenzó a participar de las reuniones de la Universal y nunca más consumió ninguna sustancia ilegal.
No tenga miedo de conversar con sus hijos. Solo enfrentando la situación, usted encontrará una manera de solucionarla. Los padres son ejemplos para sus hijos. Sus actitudes deben ser correspondientes a los consejos que les dan.
¿Qué hacer ante la sospecha?
-Trate de conversar con él sobre su sospecha.
-Averigüe si su preocupación procede.
-Dígale que usted puede ayudarlo.
-No peleé, exija o amenace.
-Demuéstrele que lo apoya para que él pueda desahogarse.
-Siempre demuéstrele los límites con autoridad.
¿Quiere saber más sobre cómo puede ayudar a su hijo u a otro familiar que está enfrentando problemas con las drogas o con algún otro vicio? Participe del Tratamiento para la Cura de los Vicios, todos los domingos a las 15 h, en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070.
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