Vea lo que Está Escrito en el versículo 7 del capítulo 15 del segundo libro de Crónicas:
“Mas vosotros, esforzaos y no desmayéis…” 2 Crónicas 15:7
Nosotros los que creemos debemos seguir esforzándonos en vez de lamentarnos y murmurar o buscar a alguien para culparlo por nuestros fracasos para sentirnos más aliviados o compararnos con los que están en un nivel inferior. Porque el ser humano es así, para sentirse un poco menos acusado o reprobado o fracasado siempre busca compararse con alguien que está en un nivel inferior, o busca alguien a quien culpar.
Pero con Dios no es así, Él no trabaja con gente así, con indolentes, negligentes o ingratos, Dios respeta la decisión de cada uno de ser así, pero Él no bendice cuando uno es de esa manera. Por eso Está Escrito que no desmaye, si los demás no quieren buscar o trabajar, usted elija creer, buscar, honrar a Dios. Crea en Dios, pero crea también en usted mismo, en sus valores y en sus principios.
Las personas declaran públicamente derrotas, fracasos, pérdidas… ¿por qué no debo desanimarme ni parar de esforzarme?
“… porque hay recompensa por vuestra obra”. 2 Crónicas 15:7
Dios no recompensa lo que yo pienso, hablo o siento, sino lo que yo hago.
Si usted no está satisfecho con la cosecha no culpe al sol, a la tierra ni a la lluvia, sino a la manera en la que usted sembró, el problema está en la semilla. Averigüe cómo sembró, qué sembró, porque nosotros cosechamos lo que sembramos. Es duro, pero es la verdad, nosotros no somos niños, no somos una generación que quiere que le den todo en la mano y se lamenta, no somos débiles, ¡nosotros somos fuertes! Dios dijo:
“Diga el débil, fuerte soy” Joel 3:10
es decir, asuma su fuerza, asuma su responsabilidad, su fe, su creencia, sus obligaciones, sus oportunidades, ¡asuma!
No fue por casualidad que el rey David, antes de morir, despidiéndose de su hijo, le dijo al oído: “Hijo, sé hombre…”, y el chico tenía 12 años, ¡imagínese si hubiera tenido 18!
Hoy hay hombres de 40 años comportándose como adolescentes, dependientes de los padres, del gobierno, de la iglesia. Les faltó ser hombres y escuchar de un hombre que les dijera: “Sea hombre”. Usted fue creado a imagen y semejanza de Dios y Él le ha enviado a este lugar para que asuma sus responsabilidades y sus valores y para que aproveche las oportunidades, porque la vida está hecha de oportunidades. Y quiero enfatizar algo muy importante que quizás nadie le dijo hasta hoy: las oportunidades más importantes no se repiten.
Por eso, aprenda a ser hombre. Cuando el padre le dijo a un adolescente de 12 años que iba a asumir el trono:
“Sé hombre hijo, y teme al Señor” 1 Reyes 2:2
quiso decirle que fuera serio, honrado, que asumiera las responsabilidades. Muchos asumieron compromisos y responsabilidades siendo aún adolescentes, porque sus padres ya no estaban, y pasaron a ser como una columna en sus hogares.
Claro que un adolescente tiene sus límites por la falta de experiencia, pero si respeta al Señor y Le teme y Le obedece, aunque sea un niño, Él lo va a guiar, Él lo va a hacer un adulto, lo va a hacer un rey.
David podía hablar porque él había sido elegido y llamado por Dios cuando era un adolescente al que sus padres y sus hermanos olvidaban. Pero Dios no lo olvidó, hasta el profeta lo había despreciado en el sentido físico y Dios le había dicho que no lo mirara como miran los hombres, porque los hombres miran el exterior, pero Dios mira el interior. Por fuera era un adolescente, un pastorcito de ovejas, pero por dentro había un guerrero, un gigante fuerte a través de la fe.
Y eso sucede con todos los que eligen honrar a Dios en primer lugar.
Nosotros estamos enfrentando una fase difícil en nuestra nación y tenemos que tener este espíritu de fuerza, de valor, y no de retroceder y acobardarse.
Obispo Júlio Freitas
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!