¿Usted tiene Facebook? ¿Cuántas veces vio la foto de alguien en la sección “Personas que quizás conozcas” y tocó en “agregar como amigo”?
Así como otros 42 millones de jóvenes que tienen entre 18 y 24 años de edad, Omar Famuyide tenía una cuenta en esa red social. Le servía para postear fotos, pensamientos y para agregar conocidos a sus contactos. Eso hasta que fue sugerido como amistad a alguien que el propio Omar asaltó.
Al reconocer al joven como el agresor que lo apuntó con un arma en la cabeza y que se llevó su auto, la víctima informó inmediatamente a la policía, que utilizó el Facebook de Omar para arrestarlo.
Omar fue condenado a 21 años de prisión por robo, agresión y portación de armas. Él era un peligroso asaltante de autos, que solía agredir a sus víctimas con armas de fuego, cuchillos y barras de hierro. Y Facebook quería que él fuera amigo de su víctima.
Malas amistades
En el caso relatado arriba, la herramienta de Facebook bautizada como “People You May Know” ayudó a llevar al criminal a prisión. Sin embargo, no siempre esa función trae cosas buenas. Como la herramienta sugiere amistades basándose en amigos e intereses en común, a veces, se sugieren personas con malas intenciones y terminan siendo agregadas.
Del mismo modo, los entornos de vida (como el trabajo, la escuela, etc.) sugieren cada día nuevas amistades. Sin que usted conozca a las personas, sin embargo, el riesgo de que esa relación sea peligrosa es alto.
El escritor y conferencista Renato Cardoso explica que “así como existe la luz y la oscuridad, o el calor y el frío, lo seco y lo mojado, hay personas buenas y personas malas en este mundo. Ellas están en todos lados, al nuestro alrededor, lejos y cerca. Y con un agravante: ellas no usan etiquetas de identificación”.
De acuerdo con él, las apariencias engañan y es en ese momento que la construcción de una amistad se hace peligrosa. No conocer el verdadero carácter e intención de quien se acerca puede llevar a muchos problemas como vicios, malas decisiones, infidelidades y hasta el alejamiento de Dios.
“Las amistades nos influencian. Nos guste o no, somos afectados por el medio en el que vivimos. Si elegimos personas que son malas influencias para que sean nuestros amigos, seguramente ellas nos influenciarán para el mal”, afirma él.
De quien se acerque
Pregúntese a sí mismo ¿cuántas veces se dejó guiar por la influencia de otras personas y después se arrepintió? Todos, alguna vez, sufrieron con esa actitud. Por eso es tan importante aprender con el error y no dejar que se repita.
Para eso, el primer paso es alejarse de quien usted sabe que le traerá problemas. El segundo es acercarse a aquellos que demuestran respetar la Palabra de Dios, dentro y fuera de las reuniones.
Busque personas que demuestren afecto por lo que usted es y no por la situación en la que está. En su blog personal, el obispo Júlio Freitas afirma que “Los verdaderos amigos” no son aquellos que ven la posición que ocupamos, si tenemos dinero, influencia o lo que sea, pues, lo que les importa no es lo que podemos hacer por ellos sino lo que somos y representamos para ellos. Cuando eso sucede, es decir, cuando creamos esos verdaderos lazos de amistad, entonces no importa si somos mendigos o las personas más ricas de este mundo, pues nuestros amigos estarán allí para nosotros, a nuestro lado, apoyándonos, guiándonos fielmente, sin cuestionar”.
¿Quiere saber más sobre el tema? Participe del Encuentro con Dios, escuche lo que Él tiene para decirle y prepárese para cultivar verdaderas amistades.
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