El mal tiene muchos dioses y les puso un nombre a cada uno de ellos, para que usted se confunda. Pero hay un Dios que está por encima de todos los dioses de este mundo: el Dios de la Biblia, Jesucristo.
“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”, (Filipenses 2:9-11).
Para ser libre del mal, invoque el Único Nombre que tiene poder para salvarlo: el Señor Jesús.
Venga este Viernes Santo 29 de marzo a las 9 am, 3 pm y 6 pm, en Av. Corrientes 4070, Almagro o en una IURD más cerca y su vida también será transformada.
Se habían separado dos veces
La familia de Horacio enfrentó situaciones muy complicadas, parecía inevitable que llegara el fin de la relación entre él y su esposa. Los pensamientos que lo invadían eran optar por la separación. En dos oportunidades llegaron a separarse porque no veían otra alternativa para seguir juntos en medio de tantos problemas.
Para empeorar la situación tenían problemas económicos, perdieron bienes, la casa y el auto.
“Mi familia estaba destruida. Si bien con mi esposa enfrentábamos muchos problemas, el principal era el económico, que afectaba directamente a nuestro matrimonio. Las discusiones eran permanente, porque la falta de trabajo generaba situaciones muy tensas.”, cuenta Horacio.
Ella sufría con depresión, nerviosismo y miedo, esto la perturbaba y no salía a la calle ni lograba atender las necesidades básicas de casa. “Nuestros hijos vivían enfermos, con problemas en los bronquios, y eso nos hacía vivir angustiados.”, dice.
En la búsqueda de una solución llegaron a la Iglesia Universal del Reino de Dios y participaron de las reuniones de viernes y domingos. Tuvieron que perseverar pero, sus hijos fueron sanados totalmente, su esposa dejó de estar depresiva. El matrimonio fue restaurado y económicamente salieron adelante.
Lograron comprar su casa propia y ambos tienen trabajos bien remunerados. “Nuestra familia está unida, con la bendición de Dios”, finaliza contento.