Estela Segundo vivía una situación muy complicada pues se sentía confundida y pensaba que lo mejor sería abandonar todo, la principal razón eran los problemas matrimoniales ya que en su casa no había paz porque con su esposo se llevaban muy mal, sin contar todas las demás dificultades que tenían. Lo que causaba esos problemas entre ellos eran los vicios que él tenía y los problemas económicos que enfrentaban.
“Recuerdo que peleábamos por cualquier cosa y, al tiempo, entré en depresión. Me sentía mal dentro de mi propia casa y eso hizo que abandonara todo y saliera sin rumbo. Me sentía perdida, por eso estuve tres meses fuera de casa con ganas de suicidarme. Pensaba que no había salida para mí”, cuenta conmovida.
Un día, cuando iba a buscar ayuda en un curandero, una persona la paró y la invitó a la Universal, en ese momento ella no sabía lo que Dios podía hacer si ella creía y confiaba en Él. Como necesitaba ayuda se acercó a la iglesia e hizo las cadenas de oración.
“Esa persona me dijo que toda mi vida iba a cambiar, creí, entonces empecé a participar de las reuniones, hice propósitos, usé mi fe y los cambios fueron notorios. Me liberé de la depresión, de los pensamientos de muerte y volví a mi hogar junto a mi familia. Dios nos restauró completamente como familia y en lo económico también. Puedo afirmar que Dios me dio paz y seguridad, llenó mi vida con Su presencia y transformó mi hogar”.
[related_posts limit=”14″]