Los accidentes y las enfermedades relacionadas con el trabajo se cobran la vida de 6.000 trabajadores cada día. Al año, se estima que son más de dos millones los fallecidos. Se registran unos 270 millones de siniestros laborales y se diagnostican 160 millones de enfermedades profesionales. Con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pone especial atención en desarrollar y aplicar una cultura de seguridad y salud preventiva para reducir “tanto el lastre humano como económico que acarrean los accidentes laborales”.
La OIT ha publicado un nuevo informe que “identifica, anticipa y evalúa los peligros y prevé la adopción de medidas para controlar y reducir los mismos”.
Según el Director General de la OIT, Juan Somavia, “cada año, millones de accidentes, lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo afectan de manera negativa al ser humano, las empresas, la economía y el medio ambiente. Sabemos que evaluando riesgos y peligros, podemos reducir de manera significativa las enfermedades y las lesiones en el lugar de trabajo”.
Al igual que en años anteriores, este año se realizarán varios eventos y actividades en las oficinas de campo de la OIT en todo el mundo.
La OIT calcula que 2,2 millones de personas mueren cada año en el mundo a causa de accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo, cifra que parece ir en aumento. Además, cada año se producen unos 270 millones de accidentes de trabajo no mortales (que resultan en un mínimo de tres días de baja laboral) y 160 millones de casos nuevos de enfermedades profesionales.
Según las cifras de la OIT, el cáncer es el que más vidas se cobra en los lugares de trabajo, causando unas 640.000 víctimas, es decir el 32 por ciento de los fallecimientos, seguido por las enfermedades circulatorias, que representan el 23 por ciento, los accidentes el 19 por ciento y las enfermedades transmisibles el 17 por ciento.
Estrategias para mejorar la seguridad
La OIT afirma que sería posible prevenir un 80 por ciento de los fallecimientos y accidentes ligados al trabajo si todos los Estados Miembros de la OIT aplicaran las mejores estrategias y prácticas de prevención de accidentes que ya están aplicándose y están al alcance de todos.
En el caso de los países industrializados, las prioridades deben centrarse en factores psicosociales vinculados a una gestión inadecuada y a unas malas relaciones laborales, en las consecuencias mentales y físicas de las tareas repetitivas y de carácter altamente técnicos, y en la información relativa a la utilización de nuevas tecnologías y sustancias, incluidas las sustancias químicas. En los países que aún estaban en vías de industrialización, se debería dar prioridad a la mejora de las prácticas de salud y seguridad en los sectores primarios como la agricultura, la pesca y la explotación forestal, a la prevención de accidentes industriales, incluidos los incendios y la exposición a sustancias peligrosas, y a la prevención de accidentes y enfermedades tradicionales, incluidos los que ocurren en talleres del sector informal y en las industrias domésticas.
Una gran proporción de las muertes y lesiones de los trabajadores en países de todos los niveles de desarrollo puede atribuirse a una información inadecuada en materia de seguridad y salud. Varios programas de la OIT, algunos de los cuales se han concebido en colaboración con la Organización Mundial de la Salud y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, están destinados a mejorar la información y la creación de redes en materia de seguridad y salud.