Pocas cosas son tan importantes como la manera de la que usted recibe a alguien. Entrar en un local, por ejemplo, y encontrarse con un empleado mal vestido, sin ganas de trabajar o poco interesado en lo que usted tiene para decir, aparta cualquier posibilidad de negocios.
Lo que poca gente nota es que dentro de casa, junto a las personas que más amamos, muchas veces dejamos salir la personalidad del mal empleado. ¿Cuántas veces su compañero lo buscó y, aun inconscientemente, usted lo rechazó? Respuestas cortas, desinterés, falta de paciencia… Todo eso es capaz de trabar una buena relación.
El consejero matrimonial, obispo Renato Cardoso, explica en su blog, que para una relación exitosa es necesario tener paciencia y tolerancia con el otro, esforzarse para agradar al compañero y siempre actuar con la razón por encima de la emoción momentánea.
¿Se dio cuenta de que cuando usted es bien atendido en un negocio, con sonrisas y cuidados, cuando la recepcionista realmente lo trata con respeto y atención, la tendencia es que usted compre lo que quería e, incluso, más de lo que esperaba comprar?
En la relación también es así. La simpatía hace que el otro se sienta más importante, crea un fuerte lazo de fidelidad y confianza.
Siempre recuerde: una linda sonrisa supera cualquier mal humor.
Soltero si, repelente nunca
Supongamos que usted tiene una entrevista de trabajo. Se viste bien, se arregla el cabello y se esfuerza por agradar. Sin embargo, cuánto más se acerca la hora de la entrevista, ese frío en el estómago va aumentando y pasa a dominarlo. Recuerda cuán importante es conseguir ese empleo y piensa en todo lo que podrá perder si no es contratado.
Impulsado por el miedo, se pierde en el nervosismo. Comienza a tener dificultad para pensar, la mente se le pone en blanco y las palabras que salen de su boca le parecen cada vez más impropias.
Quien está del otro lado no sabe cómo se siente usted. Usted puede tener idea de su estado, pero es incapaz de distinguir entre qué es causado por la ansiedad y quién es usted realmente. De esa forma, usted aleja las posibilidades de conseguir el empleo y pierde la oportunidad.
¿Cómo podría una persona acercarse a otra, sentimentalmente, si está tan nerviosa intentando fingir ser algo más allá de lo que es y dejando que el frío en el estómago lo domine?
La preocupación excesiva solo existe en usted, y si logra controlarla, le mostrará al otro quién es usted realmente.
Sepa cómo construir una relación fuerte y saludable en las reuniones de la Terapia del Amor, todos los jueves a las 16 y 20 hs., en la Universal de Av. corrientes 4070, Almagro.
Texto extraído del blog del obispo Renato Cardoso
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