El asunto de los videojuegos es polémico desde el punto de vista de las consecuencias que genera en la vida de las personas.
Los juegos, especialmente los que están en internet, son herramientas seductoras llenas de promesas que hablan de diversión e incluso de ganancias económicas. Son atractivos para todas las edades. Pero todo esto, que parece placer y distracción, puede tener un costo muy alto. Un camino sin retorno para muchos y con consecuencias peligrosas como la adicción, la depresión, la soledad y las deudas.
Sin embargo, no todas las personas perciben esta nocividad, especialmente los más jóvenes.
Un estudio realizado recientemente, muestra que, en Brasil, por ejemplo, la proporción de adolescentes que hacen uso excesivo de los videojuegos es mayor que el promedio mundial. Uno de cada cuatro jóvenes cumple con los criterios de trastorno relacionado con los videojuegos. El estudio también reveló un dato curioso: una de las preguntas del cuestionario era: «¿Has jugado para olvidar o aliviar los problemas de la vida real?». El 57% de los adolescentes respondió “sí”.
Normalmente, las personas que son adictas también defienden la libertad. Diciendo que son personas libres, que hacen los que les gusta y lo que quieren. Pero no se dan cuenta de que, en realidad, no tienen libertad. Porque en el momento en que una persona no puede decir “no” a un determinado hábito, ya no es libre. Está siendo dominada por la adicción, ya sea a juegos en línea, videojuegos o apuestas. Está atrapada en eso. Estas personas, cuando escuchan algún tipo de enseñanza que promueva la disciplina, se alejan.
El gran peligro de la industria de los videojuegos es que está legalizada y las personas, generalmente, no son vistas como adictas. Se divierten y muchos, incluso, defienden ciertos beneficios. Pero, observamos que los daños aumentan cada vez más.
En cuanto a ser dominado, el Texto Sagrado dice: exactamente esto:
“Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna”. (1 Corintios 6:12).
Este no es el caso de las personas que están jugando y dejándose atrapar por el hábito del juego. Están siendo dominadas, hasta el punto de pasar horas, trasnochar y abandonar otros hábitos normales como dormir y alimentarse para mantener el hábito de la adicción.
Encuentro de fe en la Universal:
Si vos, un amigo o alguien de tu familia están pasando por esta situación, buscá una Iglesia Universal, porque con las armas de la fe es posible romper las cadenas de la adicción.
Acompañanos, participá en un encuentro de fe en el Templo de los Milagros o en la Universal más cercana a tu domicilio.
Además, si querés abandonar la adicción que está destruyendo tu vida, no dudes en acudir a Los Vicios tienen Cura, que se realiza los domingos a las 15h. Es gratuito, no depende de internación ni de medicamentos.
Haz clic aquí para encontrar la dirección más cercana.
Lee más: Los juegos de azar en línea llevaron a miles de personas a la adicción.