“Vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.” Apocalipsis 3:11
Nosotros tenemos el poder de conservar lo que poseemos, que es nuestra salvación; pero eso no es posible si usted usa el corazón. La mayor revelación que Dios nos dio en estos últimos tiempos fue la fe inteligente. Todas las religiones, sin excepción, apelan a la emoción, mientras que nosotros buscamos llevar a las personas a pensar. Dios quiere que usted tenga el derecho de optar por Él o no hacerlo. Si usted opta por Él, tiene que ser una actitud personal, no influenciada por otros.
“Al vencedor” (Apocalipsis 3:12) es aquel que llega a la condición de salvo y tiene una comunión con el Altísimo para toda la eternidad. ¿Usted sabía que esa comunión está por encima de la comunión con los ángeles? Porque los ángeles que están con Dios no pasan por lo que nosotros pasamos. Nosotros estamos sujetos a todo lo que no sirve y aun así, en medio a tanta suciedad, intentamos mantenernos limpios. Entonces ¿cuál es el valor de eso para Dios?
Dios anhela tenernos junto a Él, por eso envió a Jesús a este mundo; para que usted, yo, todos nosotros pudiéramos aumentar Su familia y fuéramos columnas en el Santuario del Altísimo. El derecho de que usted sea una columna es un galardón.
Pero ¿y aquellos que pecaron durante toda su vida y, en el último suspiro, aceptaron a Jesús? Serán salvos, pero no serán columnas en el Santuario del Altísimo. El Espíritu Santo está buscando ese tipo de cristiano, que lo sirva como columna en el Santuario de Dios. “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” Apocalipsis 3:13