Para Teresa y su marido era muy frustante trabajar tanto y nunca poder ver el resultado de ese sacrificio. Ella tenía su negocio de ropa, pero estaba enferma de artrosis y no podía salir adelante. Él por su parte, tenía una agencia con autos pero no lograba vender ninguno. Entonces, decidió volver a trabajar de taxista. Llegaron a no tener qué comer, estaban muy angustiados, la situación no daba para más.
Su solución llegó cuando ellos decidieron confiar en Dios y aliarse con Él para tener la vida próspera que siempre habían deseado.
Sus problemas económicos tienen una solución, participe de La Nación de los Vencedores este lunes a las 8, 10, 12, 16 y 20 en Av. Corrientes 4070, Almagro.