A lo largo de la historia el ser humano ha interactuado con el ambiente para conseguir las mejores condiciones de supervivencia, con el paso del tiempo, la manipulación de minerales, microorganismos, vegetales y animales. En un comienzo utilizaron técnicas empíricas como la fermentación de cereales y frutas o la selección de características para su provecho, como el caso de frutos sin semilla, desconociendo la existencia de los microorganismos que la producían y de los genes que alteraban sus características.
La biotecnología actualmente permite mejorar las especies para obtener alimentos, fibras, medicamentos y biocombustibles. La posibilidad de cambiar secuencias propias del alimento por otras con los rasgos deseados permitió un sinnúmero de modificaciones. Las plantas incrementaron su valor nutritivo, se volvieron resistentes a las plagas y tolerantes a los herbicidas, pero ¿es eso inocuo para el hombre?
Agrotóxicos
Para “librarse” de los insectos de las plantaciones, muchos agricultores recurren a los agrotóxicos.
El lado negativo es que, al ingerir alimentos con agrotóxicos, las personas quedan expuestas a los riesgos y problemas de salud consecuentes de su ingesta. Además de causar la degradación de los recursos naturales como el suelo, el agua, la flora y la fauna, los agrotóxicos pueden causar daños a la salud, provocando somnolencia, dolores de estómago, dolores de cabeza, parálisis, e, incluso, cáncer. Para escapar de los posibles efectos de esas sustancias, muchos consumidores prefieren la compra de alimentos orgánicos, aunque sean más caros.
Una investigación hecha por el Environmental Health Perspectives muestra que quien consume alimentos orgánicos presenta un índice menor de pesticida en el organismo, comparado a quien ingiere los no orgánicos.
Señal del fin
Recientemente, en el Estudio del Apocalipsis que se realiza todos los domingos a las 18 h (Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a su hogar), el obispo Macedo habló sobre los cambios que vive el mundo hoy, y usó como ejemplo las modificaciones que se realizan en los alimentos: “Una de las cosas que usted probablemete no sepa, y quizás no se dé cuenta cuando va al mercado y ve las frutas y verduras perfectas, es que son fruto de los agrotóxicos. Una vez consumidos, van infectando su cuerpo de a poco y, cuando menos lo espera, aparece una enfermedad de la nada. Usted no fuma, no toma, pero está enfermo. Esa fruta que usted consumió estaba repleta de agrotóxicos.
El maíz, los granos que la agricultura produce, están siendo genéticamente modificados. Cuando comenzó la industria del tabaco, no había noción de lo cancerígeno que era ese producto. Lo descubrieron varias décadas después. Hoy sucede lo mismo con la agricultura, los frutos no sufren enfermedades ni plagas, porque fueron modificados genéticamente. Eso significa que no es la misma semilla que Dios puso en el Jardín a disposicón del hombre. Esa semilla fue modificada, usted se alimenta con eso y no sabe qué sucederá en 20 o 30 años”.
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