El obispo Sergio Correa alerta a todos los que hacen la Obra de Dios respecto a los cuidados que deben tener con la vida sentimental
“Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, Ése es; prendedle.” Mateo 26:47-48
Sólo para que usted se sitúe en este mensaje, Judas representaba a aquel/aquella que se dice de Dios, pero que no tiene nada de Él, al contrario, son instrumentos del diablo que se acercan a una chica o a un muchacho (obrera, obrero o miembro), que quiere alcanzar la salvación sinceramente.
Vienen con una turba de demonios armados hasta los dientes, para destruir almas preciosas de nuestro Señor Jesús, usando la ansiedad en la vida sentimental.
En los días de hoy, hemos visto un gran número de personas dentro de las iglesias, especialmente mujeres, (por estar más preocupadas por los sentimientos, inclusive siendo obreras), que han sido blanco del beso de Judas por el simple hecho de tener los ojos espirituales pesados de sueño, como sucedió con Pedro, Santiago y Juan. Mateo 26:43
“Levantaos, vamos; ved, se acerca el que Me entrega.” Mateo 26:46
Jesús estaba “vigilando y orando”, o sea, armándose para resistir al ataque satánico que no vino por intermedio de Zaqueo, que era incrédulo y ladrón, ni por la mujer que fue sorprendida en adulterio, mucho menos por los pecadores con los que Él comió, sino por intermedio de alguien que vivía a Su lado, que se mostraba de la fe, pero que en el fondo era diablo. ¿No os he escogido Yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?” Juan 6:70
¿Y no es eso lo que hemos visto? Falsos obreros, falsos miembros, falsos cristianos que, vestidos de un ropaje cristiano, y estudiando la carencia sentimental de sus víctimas, se aproximan de una forma tramposa y traicionera, de acuerdo con los demonios, combinados con una señal: “Al que yo besare, Ése es; prendedle.”
Él se aproxima con palabras dulces y bellas, como hizo con Jesús: “¡Salve Maestro! Y Lo besó.”
El Señor Jesús estaba vigilante y en espíritu. ¿Y usted obrera? ¿Y usted obrero? ¿Y usted mujer u hombre soltero que desea ser feliz en el amor, casarse y construir una familia? No hay nada de malo en esos deseos, dicho sea de paso, pero esté alerta: cuidado con la ansiedad, “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” Mateo 26:41
Espíritu: razón, inteligencia.
Carne: corazón, sentimiento.
El diablo continúa en la búsqueda de almas preciosas (obreros, obreras, etc.) para darles “el beso de Judas”.
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