«Y después de haber resucitado, muy temprano el primer día de la semana, Jesús Se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado fuera siete demonios.
Y ella fue y se lo comunicó a los que habían estado con ÉL, que estaban lamentándose y llorando.
Cuando ellos oyeron que Él estaba vivo y que ella Le había visto, se negaron a creerlo.
Después de esto, Se apareció en forma distinta a dos de ellos cuando iban de camino al campo.
Y estos fueron y se lo comunicaron a los demás, pero a ellos tampoco les creyeron.
Después Se apareció a los once mismos cuando estaban sentados a la mesa, y los reprendió por su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que Le habían visto resucitado».
Marcos 16:9-14
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