El cáncer cervical es el segundo tipo de cáncer más común entras las mujeres, después del de mama. Pero a diferencia de este último, la mayoría de los tumores malignos que se forman en el cuello uterino pueden prevenirse.
Desde hace ocho años existe una vacuna que inmuniza contra las dos variedades del virus del papiloma humano (HPV, según sus siglas en inglés) que provocan cerca del 80% de los casos de cáncer cervical.
Sin embargo, el alto costo de este tratamiento (que en Argentina asciende a unos US$300) lo hace inaccesible para muchas personas, sobre todo las de menores ingresos, que son –justamente- las más propensas a desarrollar la enfermedad, por tener menos acceso a los chequeos médicos que la previenen.
Ahora, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunció que a partir de fin de año todas las niñas argentinas recibirán las inyecciones de forma gratuita y obligatoria como parte del Calendario Nacional de Vacunación.
El tratamiento se dará a las niñas a los 11 años, con la intención de que reciban la inmunización antes de que se inicien sexualmente, algo que en Argentina ocurre -en promedio- a los 14 años.
Así explicó la coordinadora del Plan Nacional de Vacunación, la doctora Carla Vizzotti, quien dirige el Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud de la Nación.
Vizzotti señaló que el Estado argentino tendrá acceso a la vacuna a un precio mucho menor que su valor comercial: US$42.
Lecciones de la gripe porcina
La decisión del gobierno argentino convierte al país en el quinto del mundo -y el primero de Sudamérica- en ofrecer la costosa vacuna a través del sistema de Salud público.
Según Vizzotti, el país invertirá unos US$20 millones anuales en el tratamiento, que se dará a unas 350.000 niñas.
La experta dijo que se optó por incluir la vacuna en el calendario oficial como parte de una política de inclusión social. Pero además, se determinó que inmunizar contra la versión más peligrosa del HPV a todas las niñas del país es “costo efectivo”.
“En Argentina se detectan todos los años 3.000 casos nuevos de cáncer de cuello de útero y 2.000 mujeres mueren anualmente como consecuencias de la enfermedad”, señaló la funcionaria.
En vista de que este tipo de cáncer suele afectar a mujeres en edad “económicamente activa” –a partir de los 30 años- estos casos también suponen un impacto para la economía del país.
La vacuna contra el HPV es sólo una de las que se sumará este año al Plan Nacional de Vacunación de Argentina, que en 2011 triplicará su presupuesto, alcanzando los US$140 millones.
“Después de la experiencia que tuvimos con la gripe A, decidimos poner el énfasis en prevenir las enfermedades”, sostuvo Vizzotti, en referencia al brote de gripe porcina que en 2009 causó 630 muertes en el país, una de las tasas de mortalidad más altas del planeta.
Los padres, aliviados
Si bien en Argentina ya era posible recibir el tratamiento de forma privada, fueron pocos los padres que hasta ahora decidieron vacunar a sus hijas.
Laura Pérgola, madre de una adolescente y de dos niños, y presidenta de la Fundación Multifamilias -que agrupa a unas 10.000 familias- dijo que la mayoría de los padres a los que consultó expresaron reparos por el costo de la vacuna.
Para ellos, la decisión del gobierno es un “alivio”, ya que les permitirá proteger a sus hijas de una enfermedad que tiene una alta tasa de mortalidad.
Pérgola admitió que la reticencia de los adultos también tuvo que ver con la novedad de la vacuna.
“Cuando algo es poco conocido siempre hay resistencia. Hasta que uno no escucha que otro se dio la vacuna y no tuvo problemas, no se anima a dar ese paso”, confió.
En algunos de los países donde la vacuna contra el HPV se administra de forma masiva surgieron grupos de detractores que aseguran que el tratamiento tiene riesgos y puede provocar efectos dañinos, como parálisis, infertilidad, convulsiones y mareos.
Sin embargo, la secretaria general de la Sociedad Argentina de Pediatría, la doctora Ángela Gentile, aseguró que la institución avala la vacuna, ya que fue hallada segura por organismos internacionales y regionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que recomienda su uso.
BBC MUNDO