“No puedo”, “no me sale”, “mejor renuncio”, “esto no es para mí”, “no sirvo”, son algunos de los pensamientos negativos más comunes en la mente de quienes sufren de “autosabotaje”.
Este comportamiento es un mecanismo mental inconsciente que impide que la persona logre lo que desea. El miedo, la baja autoestima, la falta de objetivos claros y las malas experiencias del pasado son algunos de los motivos por los que una persona se autosabotea.
Los procesos de autosabotaje son variados. Una persona que, inconscientemente, encuentra siempre una forma de arruinar todas las cosas positivas que se presentan en su vida, siempre será infeliz.
Para los especialistas, ese problema está directamente ligado al modo en el que la persona se ve a sí misma. La autoestima es un gran lienzo de retazos formado por los eventos más fuertes del pasado. Muchas veces, esos hechos no son visibles ni para ella misma, pero ejercen influencia en su vida. Si esa imagen es negativa, repercutirá en cualquier situación nueva o que exija cambios, haciendo que tenga una sensación anticipada de fracaso ante cada desafío que se le presenta.
Para solucionarlo, uno de los pasos más importantes es cambiar los pensamientos negativos por positivos y empezar a establecer objetivos, trabajando para alcanzarlos. Eso puede lograrse a través de la Palabra de Dios, como lo comprueba Malvina Acosta: “Económicamente estaba mal, porque a pesar de ser profesora de danza no encontraba un incentivo para ejercer mi profesión. No luchaba, no creía ni en mi misma, veía las dificultades y pensaba que no iba a poder superarlas”, recuerda.
Su situación comenzó a cambiar cuando decidió probar el poder de Dios, participó de las reuniones y de la Hoguera Santa con fe y obtuvo la fuerza necesaria para creer en su potencial. Aliada con Dios descubrió que podía todo lo que se propusiera y lo demostró al establecer su escuela de danzas, al hacer realidad su sueño.
“En primer lugar aprendí a planificar. Ya teniendo objetivos, logré luchar por ellos y hoy tengo mi propia escuela de danzas con muchos alumnos; la matrícula no para de crecer. Además, compré mi auto 0 km y me encuentro bien, llena de energías para seguir creciendo”.
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