“¡Me gané una hija!” Honestamente, ¿cuántas veces usted ya escuchó a una suegra decir eso? Puede ser tan común, pero con seguridad esa sensación existe. La relación entre la nuera y la suegra siempre fue un motivo de discusiones e incluso bromas. Eso porque muchas mujeres ven a las esposas de sus hijos como “rivales”, alguien que surgió para sustituirlas de alguna manera. Y en esa disputa casi sin fin, las intrigas solo aumentan.
Existen también muchas nueras que, tal vez, por falta de madurez terminan poniendo al marido contra la propia madre. Sin embargo, no notaron que están perjudicando la armonía que podría existir en sus familias. Si usted es suegra, vea algunos consejos abajo para lidiar con la nuera que actúa así. Y usted que es nuera, esté atenta para corregir las fallas.
1- Evite la distancia
Si su nuera parece alejar al marido y los hijos de usted, es momento de verificar las razones antes que la distancia sea grande entre ustedes. Una buena conversación es capaz de resolver muchas diferencias. Proponga un diálogo saludable, sin permitir que los resentimientos hablen más alto y perjudiquen aún más la relación familiar.
2- Dele una pausa a las opiniones
Si usted, suegra, percibe que todas sus opiniones o consejos son vistos por su nuera como exageraciones o tonterías y son siempre rechazados, entonces contenga sus opiniones. Si rechaza algo que es realmente válido, hable en particular con su hijo, pero sin la intención de provocar algún tipo de crítica. En el caso que sea mal interpretada, estará abriendo una brecha para que su nuera ponga a su hijo en su contra.
3- Respeto en primer lugar
Hay nueras que tienen un trato extremamente áspero con sus suegras, tal vez haya, incluso algún motivo para actuar así. Sin embargo, independientemente de cualquier cosa, es válida la frase “el respeto es bueno y me gusta”. Si usted percibe que su nuera le está faltando el respeto, expóngaselo primeramente a ella. En este caso, es recomendable dejar a su hijo al margen de este tema.
4- Respete la educación de la nueva familia
“Ella no está cuidado bien a mi hijo y a mis nietos”. Esa es una queja de algunas suegras. Sin embargo, aprenda a respetar la forma cómo funciona la nueva familia formada por su hijo. Aunque eso sea un desafío para usted, hágalo, pues es necesario. Recuerde que cuidar de una forma diferente no siempre significa mejor o peor, tenga la mente abierta para eso. Intente ver el lado bueno de esa educación. A usted, probablemente, tampoco le gustaba cuando alguien opinaba sobre la crianza de sus hijos.
5- Quite la imagen de enemiga
Si el conflicto ya se instaló, y usted y su nuera ya se ven como enemigas, aún hay tiempo de arreglarlo. Pero, será necesario tener humildad y buena voluntad para que eso suceda. El primer paso es hacer un autoanálisis sobre todo lo que pasó entre ustedes para que lleguen a ese punto. El segundo paso es cuidadosamente, comenzar a cambiar sus actitudes. Cambie su forma de tratar a su nuera, y ella notará que es mejor y más inteligente cambiar también.
No es una competencia
Muchas suegras y nueras “compiten ” por el amor y la atención del mismo hombre. Es importante que entiendan que una no puede sustituir a la otra. Cada una tiene un papel diferente en la vida de él y ambas son indispensables. Intente ser una suegra comprensiva y cariñosa. Vea las actitudes de su nuera como inmaduras y que usted puede ayudarla a pulirlas. Sea la apaciguadora de los conflictos y la relación fluirá naturalmente.
La Biblia cuenta una historia curiosa sobre una nuera que mantiene los lazos con la suegra, aun cuando se quedó viuda. La bella amistad entre Rut y Noemí es un ejemplo de cómo una nuera y una suegra no tienen que vivir como enemigas.
Si usted necesita una orientación para lidiar con los problemas familiares, acérquese a la Universal más cercana a su hogar.
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