Ser feliz en la vida sentimental es el sueño de muchos. Después de todo, nadie se casa para ser infeliz, tampoco para separarse. Pero, lamentablemente, historias con finales tristes ocurren con frecuencia en la vida de muchos matrimonios.
Las peleas, las traiciones, la rutina y la falta de diálogo son algunos motivos que destruyen la relación y, si no hay cuidado, lo que era para ser un “felices para siempre” adquiere un punto final lleno de marcas y traumas. La pintora Kátia Regina Justino Dutra, de 39 años, pasó por la experiencia de vivir relaciones problemáticas y dos divorcios.
En el primer matrimonio, Kátia estuvo de novia durante siete años y, después de ser expulsada de su casa por su padre, decidió casarse. Sin embargo, debido a las peleas y a las traiciones, la unión de dos años llegó a su fin.
Incluso molesta con la situación, Kátia aún tenía el deseo de casarse. Pensaba que solamente necesitaba encontrar a la persona adecuada. “Estaba ansiosa, quería ser feliz y, sin ninguna preparación, entré a una nueva relación pensando que esa persona era la adecuada para mí”, cuenta.
No pasó mucho tiempo para que la pintora pasara por los mismos problemas que enfrentó en el matrimonio anterior. Fueron tres años hasta que ella nuevamente decidió divorciarse.
Una vez más sola y frustrada, Kátia no veía la salida para su vida. Fue cuando recordó que había escuchado hablar de la “Terapia del Amor” y tomó la decisión de participar. “Comencé a participar de las reuniones para cuidar mi interior. Mi objetivo no era encontrar a alguien, sino lograr mi cambio y curar esas heridas del pasado. Aprendí que Dios tendría que estar conmigo en el momento de elegir a la persona que estaría a mi lado”, destaca.
Perseverancia
A través de las reuniones, Kátia aprendió lo que debería hacer para borrar las marcas del pasado, se dio cuenta de su cambio y vio que ahora estaba lista para una nueva relación, que, esta vez, sería feliz y duradera.
Fue cuando conoció al pintor Edison Aparecido Dutra, de 39 años. Así como ella, Edison venía de una relación frustrada y estaba divorciado. Él estuvo casado durante 10 años y tuvo una hija, hoy con 18 años de edad.
Edison también participaba de la “Terapia del amor”, cuando conoció a Kátia. A diferencia de las antiguas relaciones, ambos aprendieron en las reuniones y a través del amor inteligente, cómo vivir una relación sólida. Estuvieron de novios nueve meses, se casaron y están juntos hace cuatro años.
“Por supuesto que pasamos por dificultades, pero estábamos preparados para esas situaciones. Todo lo que aprendimos en las reuniones lo poníamos en práctica”, recuerda Edison.
¿Cómo es posible?
A Dios no le agrada el divorcio, pero, si usted está en esa situación, le tengo una buena noticia: El mayor deseo de Dios es reconstruir su vida sentimental de la manera correcta.
El divorciado debe examinar las actitudes positivas y negativas que tuvo en su relación anterior y, a partir de esa evaluación, hacer que la nueva relación sea mejor. Esa es la orientación del escritor y disertante Renato Cardoso, en el libro Noviazgo Blindado. “Es necesario que la persona tenga una comprensión real de lo que sucedió y cuál es su contribución para el problema. Mientras más entienda en qué se equivocó, incluso cuando la mayor parte de la culpa fuere de la otra persona, más preparada estará para no equivocarse de nuevo”, concluye Cardoso.
Para aprender más cómo resolver los problemas de la vida sentimental, participe de la Terapia del Amor, todos los jueves a las 10, 16 y 20h, en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070.
En cada reunión, solteros, novios, prometidos y matrimonios aprenden sobre el amor inteligente y cómo desarrollar la relación de pareja.
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