En los últimos años ha aumentado la entrada de pasta de coca y cocaína a Argentina, la cual luego es enviada a países de Europa en su mayoría, dijeron expertos, jueces y fiscales argentinos y funcionarios antidroga estadounidenses y europeos a The Associated Press.
“Grupos criminales locales y transnacionales han desarrollado una sofisticada logística para convertir la pasta en cocaína, camuflarla con gran pericia y enviarla por rutas inéditas”.
El fenómeno ocurre por el auge del cultivo de hoja y producción de pasta de coca en Bolivia y Perú, la porosidad de la frontera argentina con estos países, la infraestructura exportadora del país austral y la ineficacia y corrupción de los organismos de control.
Una porción desconocida de la droga se comercializa en el mercado local, cada vez más lucrativo. Ello ha incrementado la violencia entre bandas que se disputan los territorios de venta y consumo, aunque está lejos de alcanzar los niveles de Honduras, El Salvador o México.”, dice el reporte de AP.
Al año, circulan entre 70 y 110 toneladas de cocaína en Argentina y la mayor parte sale del país camuflada en cargamentos de cualquier tipo de materia prima.
“No soportaba seguir viviendo así”
Daniela Benavidez no quería estar en su casa, porque las peleas eran constantes. Debido a la muerte de su papá había un dolor en su corazón que no lograba sacar con nada. Poco a poco fue refugiándose en nuevas amistades que la llevaron a una vida desenfrenada. Empezó a delinquir, consumía cocaína, pastillas y alcohol, llegando al extremo de involucrarse en el tráfico de drogas.
Desesperada como estaba, consumió drogas hasta tener una sobredosis e intentó suicidarse cortándose las venas. No soportaba más seguir viviendo así. A través de una invitación conoció la Universal, donde participó de las reuniones con perseverancia hasta que fue libre de todo lo que la hacía sufrir. Dios le dio fuerzas para superar la pérdida de su papá. Abandonó los vicios y su vida fue transformada. Hoy disfruta cada día de vida con una sonrisa en su rostro.
Sea libre de los vicios, domingos a las 15, en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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