No estoy aquí para decirle algo motivacional, sino para dar una advertencia. Lea con atención esta Palabra en Proverbios 5:22-23: “Prenderán al impío sus propias iniquidades, y retenido será con las cuerdas de su pecado. El morirá por falta de corrección, y errará por lo inmenso de su locura.” Es decir, el pecado no trabaja gratis. Como dice en Romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte…”. Como se suele decir: “un día tendremos que rendir cuentas de lo que hicimos”.
Cuando una persona elige vivir en el error, solo piensa en sí misma, no le interesa a quién perjudicará. Pero, un día el pecado golpeará su puerta y cobrará lo que le pertenece. La cuenta la abonará con su propia vida, a no ser que se arrepienta.
Como un gato que juega con un ovillo, el diablo está jugando con usted, lo lanza de aquí para allá: la vida económica y el matrimonio están enredados; la vida emocional y psicológicas son una confusión. Usted está perdido y sus caminos están trabados. La razón por la cual usted vive en esa situación es su pecado. Usted está pagando el precio por vivir en la desobediencia e ignorar la Palabra de Dios.
Usted, que se autodenomina cristiano y es de la iglesia, pero vive de apariencia, en la hipocresía y cree que nadie descubrirá su pecado, está escrito en Números 32:23: “… tened por seguro que vuestro pecado os alcanzará.” Sus iniquidades lo atraparán. No se olvide que la Palabra de Dios no miente y el pecado no trabaja gratis.
Pero, aquí le dejo la advertencia. Despierte y siga estos tres pasos: Primero, conozca su pecado, reconozca sus errores, sin justificaciones, sin dar excusas.
Segundo, arrepiéntase delante de Dios, pídale perdón y haga lo mismo con las personas que ha herido o perjudicado. Usted sufrirá un castigo, decepcionará a alguien, pero, ese es el precio. El arrepentimiento tiene un precio, pero la otra alternativa es más cara: la muerte. Por lo tanto, pague el precio, confiese ese pecado, pida perdón y enfrente lo que tenga que enfrentar.
Tercero y último: no se equivoque más y no insista en lo que ha visto que no funcionó. No se deje engañar con el éxito temporal de la vida en pecado, porque después el pecado llega con toda la fuerza para cobrar la deuda. No olvide que el impío “… morirá por falta de corrección, y errará por lo inmenso de su locura.” Usted que lee este mensaje, esta es mi advertencia, ya no podrá decir que nadie le avisó.
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