La ciudad de Omsk, ubicada en la región de Siberia, Rusia, fue escenario de un importante evento evangelístico organizado por la Iglesia Universal. Con una población de aproximadamente 1.100.000 habitantes, Omsk se encuentra al suroeste del país, a más de 2.600 kilómetros de Moscú. Su clima extremo, con temperaturas que alcanzan los +30°C en verano y pueden descender hasta -50°C en invierno, no impidió que más de cien personas se reunieran para participar de esta jornada de fe.
El evento fue realizado en una sala alquilada dentro de un hotel de la ciudad, donde se llevan a cabo las reuniones desde hace poco más de un año. La reunión contó con la participación de autoridades locales, y la mayoría de los presentes asistía por primera vez a un culto evangélico. Muchos de ellos ni siquiera tenían una Biblia en su poder, lo que evidencia el alcance espiritual que esta obra está comenzando a tener en la región.
Solo dos días después, la ciudad de Novosibirsk —la capital de la región de Siberia y ubicada a más de 3.300 kilómetros de Moscú— también fue escenario de otro movimiento de fe, reflejando cómo el mensaje del Evangelio comienza a expandirse en tierras rusas.