Consejos de desintoxicación
El obispo Julio Freitas enseña cómo es posible desintoxicarse de los sentimientos que le impiden a la persona recibir el Espíritu de Dios. Ciertamente, siguiendo las orientaciones, el candidato estará apto para ser templo de habitación del Altísimo.
Desintoxíquese de la autocompasión
Una persona que practica la autocompasión está acostumbrada a sentirse la peor de las criaturas, pero esencialmente, quiere que los demás la vean como “pobrecita”, incapaz, infeliz. Pero lo que la hace realmente “feliz” es cuando encuentra a alguien que le diga palabras negativas, como “…así tienes que estar…”; “…hay personas que están igual o hasta peor que tú”; etc.
“Diga el débil: Fuerte soy.” (Joel 3:10).
Desintoxíquese de la timidez
La persona tímida normalmente vive avergonzada y preocupada con el qué dirán o con lo qué pensarán de ella. Piensa y cree que lo que ella pueda llegar a ser a nadie le importa, pues cree que no reúne las condiciones ni la capacidad suficiente o necesarias para ser reconocida y valorada.
“Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres”. (1 Corintios 1:25).