A los amigos de Tobias Strebel les pareció extraño que hubiera desaparecido de forma repentina el joven de 35 años. Visto por última vez el 18 de agosto pasado, él fue encontrado el día 21, muerto en un cuarto de hotel, rodeado de drogas. A pesar de que la policía no divulgó la causa oficial de muerte, el ambiente sugiere que el joven pasó el último día de su vida abusando de los estupefacientes, hasta que no resistió.
Tobías era conocido por haber gastado más de 91.600 dólares en cirugías plásticas para parecerse al cantante canadiense Justin Bieber. Ganó fama por su exterior, y no por el talento que poseía, ya que también era cantante.
Según el sitio TMZ, especializado en celebridades, él estaría deprimido por el fin de una relación sentimental.
Se olvidó del alma
Todo el dinero que gastó Tobías no lo resguardó de los problemas que la vida podía traerle. Su fijación con la belleza exterior no lo volvió más resistente a los posibles dolores, como el fin de un noviazgo.
La Biblia pide, en 1 Pedro 3:3-4, que “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.”
La enseñanza debe ser comprendida y puesta en práctica por todos, hombres y mujeres, jóvenes y personas mayores.
No importan las circunstancias
La joven Mafalda Duarte sufrió para aprender esa lección. Cuando era adolescente, sufría con un gran complejo de inferioridad debido al bullying que vivía en la escuela. “Ese comportamiento por parte de mis compañeros sucedía todos los días, consecutivamente, creando en mí un enojo contra mí misma. Llegué a beber vinagre en ayunas, temprano en la mañana, para adelgazar”, cuenta la joven.
“Después de años de sufrimiento, conocí la Fuerza Joven, donde no me excluyeron por ser diferente físicamente. Me incentivaron a invertir en mis talentos y a tener fuerza para ir en pos de mis objetivos “, relata. “Hoy yo les paso eso a otros jóvenes, influenciándolos a creer en sí mismos, sin que se importen por lo físico ni por las circunstancias. Hoy yo soy feliz verdaderamente.”
Y usted, ¿a qué le ha dado más valor, a su apariencia o a su interior? Aproveche y responda la encuesta de abajo:
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