“Volví mi rostro a Dios el Señor para buscarle en oración y súplicas, en ayuno, cilicio y ceniza” Daniel 9.3
Cuando nos indignamos contra la humillación que estamos viviendo, oramos, hacemos ayunos, nos vestimos en silicio y ceniza. Sólo así las legiones de demonios no podrán resistir nuestra fe. ¡La victoria es segura!