“pero cuando en su angustia se volvieron al Señor y Dios de Israel, y lo buscaron, lo hallaron.” 2 Crónicas 15.4
Sólo llegando al fondo del pozo que el hombre se vuelve hacia Dios, para ser libre de toda la angustia que él mismo escogió por el corazón. Y el Rey y Señor Jesús lo perdona y lo recibe con los brazos abiertos.