En Capital Federal y el Conurbano son mayoría los ciudadanos que utilizan los colectivos para trasladarse. Van y vuelven de sus trabajos, espacios de estudio, entre decenas de motivaciones u obligaciones. Nadie como los usuarios para entender los problemas al momento de las esperas interminables en las paradas, la falta de luz en los barrios y, en sintonía, el desamparo ante situaciones delictivas violentas. De hecho, una organización de víctimas del transporte público calcula que son víctimas de un robo cada 3 minutos.
Así lo reveló un estudio realizado por la Comisión Nacional de Víctimas del Transporte Público, cuyo titular Martín Lescano manifestó que “lo que se observa en nuestro relevamiento es que la mayoría de los episodios con robos son bajo amenazas de utilización de armas y para abordar a las víctimas los delincuentes llegan en motocicletas, que luego utilizan obviamente para fugar del lugar”.
“Las víctimas son, en su enorme mayoría, personas de trabajo, gente de bajos recursos que elige los colectivos pero también los utiliza porque no tienen opciones. Entonces, salen de madrugada o vuelven a sus hogares de noche. Se debe pensar, cuando se desarrollan los planes de seguridad, en toda esa masa de trabajadores que camina a oscuras hasta las paradas, o que debe sufrir largas esperas hasta que llegue la unidad. Aquí también juegan un rol clave las empresas que no cumplen las frecuencias. No es lo mismo para una persona esperar diez minutos que una hora. Porque en ese lapso es un blanco fijo para los malvivientes”, señaló Lescano.
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