Share Facebook Telegram WhatsApp Correo electrónico Twitter “Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos se deleiten en mis caminos.” (Proverbios 23:26) Cuando se ama a Dios, los deseos del corazón y los ojos están siempre vueltos a sus Caminos. Más mensajes en fonteajorrar.com/es Guernica