Hace unos meses, murió uno de los grandes exponentes del rock estadounidense. Chris Cornell era el fundador de las bandas Soundgarden, Audioslave y Temple of the Dog, además de haber construido una carrera sólida en 33 años dedicados a la música.
A pesar del éxito, Cornell se suicidó por ahorcamiento, después de un show realizado en la ciudad de Detroit, en Michigan (Estados Unidos). De acuerdo con la esposa del cantante, Vicky Cornell, él jamás tomaría esa actitud si tuviera consciencia de lo que estaba haciendo. Por eso ella cree que los medicamentos ingeridos por el cantante lo influenciaron en la decisión.
“Su mundo giraba en torno a su familia que estaba el primer lugar, y por supuesto, la música en el segundo”, declaró Vicky en sus redes sociales. “Cuando conversamos después del show, me di cuenta que él tenía dificultad para hablar; estaba diferente. Cuando me dijo que tal vez había tomado una o dos pastillas de más de su medicamento, busqué a un guardia de seguridad y le pedí que lo observara.”
Chris Cornell realizaba un tratamiento antidepresivo recetado para controlar la ansiedad y para inhibir la dependencia química. Su abogado, Kirk Pasich, afirmó que el cantante, “un adicto en recuperación”, tenía una receta para el medicamento y podría haber tomado más de la dosis recomendada. De acuerdo con Pasich, los efectos colaterales de ese remedio incluyen pensamientos paranoicos o suicidas, dificultad en el habla y juicio fallido.
El diario británico Daily Mail publicó que el show de Cornell en Soundgarden fue un éxito y, después de la presentación, el cantante parecía feliz ya que se sacó fotos con los fans y firmó autógrafos, inclusive afirmando que los vería en Colombus (capital del estado norteamericano de Ohio), donde la banda ya tenía agendada otra presentación.
Intento de cura
Como Cornell, muchos otros dependientes químicos buscan la cura en tratamientos con drogas legalizadas, especialmente antidepresivos. El problema es que esos medicamentos también crean adicción y, muchas veces, tienen efectos colaterales desastrosos.
El medicamento que el cantante habría ingerido de más, entre otros, hizo con que Food and Drug Adminitration (FDA, órgano estadounidense responsable por proteger y promover la salud pública) emita una alerta hace algunos años. En ese comunicado destacaban que esos productos pueden causar depresión y pensamientos suicidas. Por eso el uso de esas drogas debe ser extremadamente controlado.
Lamentablemente, en la búsqueda por la cura de un problema tan grave como la dependencia química, muchas personas se someten a tratamientos que raramente surgen efecto y, en algunos casos, hasta empeoran la situación.
Para el obispo Edir Macedo, fundador y líder de la Universal, esas personas deben antes de cualquier cosa, buscar la ayuda de Dios, pues Él es el Único capaz de liberarlo del espíritu del vicio.
“El vicio es un espíritu. Y, porque es un espíritu, solo el poder del Espíritu de Dios es capaz de arrancarlo, de neutralizarlo”, afirma el obispo. “Puede venir el infierno entero que no tendrá fuerzas para prevalecer, porque el Espíritu de la Fe es el que va a neutralizar, terminar, arrasar con cualquier espíritu del vicio”.
Creyendo en el Poder de Dios, la Universal desarrolla el Tratamiento Para la Cura de los Vicios, los domingos a las 15h, en Av. Corrientes 4070, Almagro o haga clic aquí y vea las direcciones de las iglesia donde se lleva a cabo el tratamiento.
En él, adictos y sus familiares se unen a Dios para combatir ese mal que destruye tantas vidas.
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