Rosa: “A mi hija la operaron de un fibroma del tamaño de una pelota de fútbol. Después de eso, le salió un cáncer en la mama y se la extirparon. Ella lloraba porque pensaba que iba a morir. Pero, luché y ella también, le pedí que se tranquilizara, que todo iba a estar bien. Volvió a hacerse todos los estudios y está bien. No tiene nada, Dios hizo el milagro, está limpia, libre del cáncer, perfecta”.
Amanda: “Es la primera vez que vengo un sábado. Hacía ocho años que sufría dolores en la columna, tengo cuatro discos aplastados. No podía dormir y los médicos no me daban garantía de quedar bien con la cirugía. Antes de venir, tuve todos los problemas que se pueden imaginar. Transpiraba y me dolía el cuerpo. Caminaba apoyada en el bastón porque me caía, ahora no lo necesito, estoy bien”.
Gustavo conoció la reunión de los Casos Imposibles, y de a poco, su vida se fue transformando: “Cuando llegué, no tenía ni para el boleto del colectivo. A partir de ese momento no falté ni un sábado. Luché, logré comprar un auto nuevo y pude pagar una deuda bancaria de una suma importante.
Ya no debo nada, mi negocio prospera día tras día, tengo dos empleados, todo eso gracias a Dios”.
Participe de la reunión de los Casos Imposibles. Sábado a las 7, 9, 15 y 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al 5252-4070.
La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en este periódico,como en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben ser interpretados en desmedro de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJE DE CONSULTAR A SU MÉDICO.