Como si no bastase la vergüenza y el miedo de denunciar a un abusador, una víctima de violencia sexual fue duramente cuestionada por una jueza en Vitoria, en el norte de España, al asistir a una audiencia judicial para pedir la orden de alejamiento de su agresor.
En la declaración, la mujer – cuyo nombre no fue revelado -, ahora embarazada de 5 meses, alegó que era abusada por su pareja tanto sexual como psicológicamente. Sin embargo, de acuerdo con la asociación Clara Campoamor, la jueza María Del Carmen Molina pareció no creer en la declaración de la víctima y le preguntó: “¿Cerró bien las piernas? ¿Cerró toda la parte de los órganos femeninos?”
Esta y otras preguntas han sido criticadas por grupos de protección a la mujer y la historia ganó repercusión en el país por la falta de respeto hacia la víctima.
De acuerdo con el diario inglés Mirror, la jueza “mostró una evidente incredulidad cuestionando a la víctima sin dejarla responder, con preguntas ofensivas”, como dijo Blanca Estrella, presidenta de la asociación, que le pidió al Consejo General del Poder Judiciario la suspensión o alejamiento del cargo de la magistrada por su “constante violación de derechos” de mujeres víctimas de violencia.
De acuerdo con el tabloide británico Daily Mail, la jueza ya recibió muchos reclamos por las preguntas ofensivas a las víctimas de abuso sexual.
Rompiendo el silencio
No es fácil romper el silencio. Para la mujer maltratada, la culpa, de alguna manera, tratará de hablar más alto. Sin embargo, debe dar el primer paso para que el dolor no se sea aún más insoportable.
Desde el 2011, el Proyecto Rahab, idealizado por la escritora y conductora Cristiane Cardoso, ha animado a muchas mujeres a romper el silencio causado por todo tipo de violencia. Formado por un grupo de voluntarias – entre ellas consejeras espirituales, abogadas, psicológicas, asistentes sociales y hasta algunas sobrevivientes de abusos -, el proyecto tiene como objetivo ayudar mujeres que cargan traumas causados por abuso emocional, sexual o físico.
Recientemente, el grupo comenzó el curso de la Cura Interior, para mujeres que aún cargan cicatrices del pasado – como los dolores del rechazo, del abandono y las marcas de relaciones abusivas – y no logran seguir adelante. En el 2015, el curso ha ayudado a mujeres en todo el mundo a cicatrizar las heridas y a escribir una nueva historia. Si usted también quiere recibir esa cura, sepa cómo participar del curso ingresando aquí.
Cure su interior
Laura Guimarães hoy se considera una sobreviviente. Los abusos de parte de su padrastro comenzaron cuando ella tenía solo 9 años de edad y siguieron hasta los 12. Ella creció y los traumas continuaron hasta la etapa adulta, cuando fue recibida en el proyecto Rahab.
Si usted es o ya fue víctima de algún tipo de violencia y quiere desahogarse, converse con una voluntaria del Proyecto Rahab a través del e-mail projetoraabe@gmail.com
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