Diversas investigaciones han indicado que el chocolate contiene sustancias químicas que ayudan en la prevención de enfermedades del corazón y hasta de algunos tipos de cáncer.
Pero, según un nuevo estudio, es el chocolate amargo extraído directamente del cacao, no el procesado con leche que normalmente se vende en los supermercados, el que tiene mejores propiedades antioxidantes.
Esto quiere decir que el chocolate amargo puede proteger al corazón y a las arterias de los daños causados por la oxidación, que se podría comparar a la herrumbre que cubre a los metales con el paso del tiempo.
Los científicos, de la Universidad de Glasgow en el Reino Unido y el Instituto Nacional de Investigación sobre la Alimentación y la Nutrición de Italia, dicen que la adición de leche al chocolate puede cancelar estos efectos positivos.
Sólo el amargo
“Hay muchas investigaciones que indican que los antioxidantes en el chocolate que se obtiene del cacao tienen determinados efectos de protección contra las enfermedades cardiovasculares”, explica el Dr. Alan Crozier, de la Universidad de Glasgow.
“Nosotros le dimos chocolate amargo, chocolate fabricado con leche y chocolate amargo tomado con leche a un grupo de voluntarios”.
“Descubrimos que, una hora después, el nivel de antioxidantes en la sangre de quienes comieron chocolate amargo había aumentado en casi un 20%”.
“Pero eso no ocurrió con el chocolate fabricado con leche, ni con el chocolate amargo consumido con leche. Lo que esto indica es que los efectos potenciales de protección del chocolate se limitan al chocolate amargo”, dijo.
Con moderación
El Dr. Crozier cree que el problema del chocolate fabricado o consumido con leche es que las proteínas de la leche se fijan a los antioxidantes del chocolate y no permiten que se puedan absorber como en el caso del chocolate amargo.
Según los investigadores, los resultados del estudio indican que los productos lácteos podrían afectar las propiedades de otros alimentos, como las frutas, el té o el vino tinto, que también se cree que tienen efectos antioxidantes.
Los científicos advierten, sin embargo, que cualquier tipo de chocolate, incluido el amargo, se debe consumir con moderación porque contiene altos niveles de grasas saturadas, que entran al torrente sanguíneo y aumentan los niveles de colesterol, incrementando los riesgos de contraer enfermedades cardiovasculares.
El Dr. Crozier aconseja no consumir más de un pequeño trozo de chocolate al día.
El chocolate, según él, es un complemento útil en una dieta balanceada, pero no debe sustituir el consumo de frutas y vegetales. BBC