El evento sucedió por medio de una seria de impactos en la Tierra. ¿Qué explica eso?
Miles de años pasaron, pero las evidencias no nos dejan negar que los dinosaurios existieron. Sin embargo, entender el motivo que los llevó a la extinción aún es un desafío para muchos especialistas.
Las primeras teorías afirman que el desaparecimiento de la especie se dio cuando un enorme asteroide impactó en la Tierra, dejando un cráter cerca de la península de Yucatán, México. No obstante, un nuevo estudio publicado en la revista Nature Communication Earth & Environment reveló que el cuerpo celeste que impactó en los dinosaurios no actuó solo. Los científicos identificaron un nuevo cráter submarino, nombrado como “Nadir”, en África Occidental, más precisamente en la costa de Guinea.
La investigación indica que el cráter Nadir, de 8,5 km de diámetro, se formó a partir de un asteroide de 400 metros, aproximadamente. Se cree que el cuerpo rocoso impactó en el planeta a una velocidad de 72.000 km/h, causando una catástrofe global.
Por medio de imágenes sísmicas 3D, los especialistas mapearon el evento y revelaron fallas en el lecho marino, deslizamientos de tierra y un megatsunami en la misma época de la extinción en masa de los dinosaurios. Ante este descubrimiento, el estudio concluyó con que el exterminio de los dinosaurios sucedió por una serie de impactos en la Tierra.
De acuerdo con la Palabra
El versículo 2 del primer capítulo de Génesis describe la Tierra como “sin forma y vacía”, un lugar en el que habitaban las tinieblas. Sin embargo, sabiendo que Dios es perfecto en toda Su creación, se entiende que tal condición del planeta fue el resultado de un episodio de total destrucción, la caída de Lucifer. Él era el principal ángel de Dios (Ezequiel 28:11-19), quien comandó una rebelión y arrastró consigo a la tercera parte de los ángeles. A causa de eso, el Altísimo se vio obligado a expulsarlo junto con sus seguidores.
“¡Cómo has caído del cielo, oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! Has sido derribado por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Pero tú dijiste en tu corazón: Subiré al cielo, por encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono, y me sentaré en el monte de la asamblea, en el extremo norte. Subiré sobre las alturas de las nubes, me haré semejante al Altísimo. Sin embargo, has sido derribado al Seol, a lo más remoto del abismo”. Isaías 14:12-15
“Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura; corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor. Te arrojé en tierra, te puse delante de los reyes, para que vieran en ti un ejemplo. Por la multitud de tus iniquidades, por la injusticia de tu comercio, profanaste tus santuarios. Y Yo he sacado fuego de en medio de ti, que te ha consumido; y te he reducido a ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran”. Ezequiel 28:17-18
Si la caída de Lucifer fue, según la Biblia, capaz de deformar una obra hecha a la perfección, ¿todavía dudás de que este evento podría haber causado una extinción en masa?