“El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, este es verdadero, y no hay en él injusticia.” Juan 7:18
Pastores, obispos, esposas, obreros, a simple vista, son todos siervos de Dios, quieren desarrollar su ministerio, quieren ganar almas, pero ¿cómo saber quién está buscando su propia gloria y quién está buscando la gloria del que le envió?
La respuesta está en el mismo versículo:
“…este es verdadero, y no hay en él injusticia.” Juan 7:18
Podemos tener éxito en todo en nuestro ministerio, sin embargo, si vivimos en la injusticia (pecado), estamos engañando a los demás y, sobre todo, a nosotros mismos. Allí está detectada la cizaña (engañador).
Y, tratándose de cizaña, lo peor que existe para ella es que el Señor le permita crecer en el medio del trigo hasta la cosecha, pues, cuando ese tiempo llegue, no habrá Salvación para ella.
Ojalá reconociera que es cizaña y se arrepintiera, sin duda el Señor podría transformarla en trigo, pero está caminando a grandes pasos hacia la GRAN SEPARACIÓN EN LA COSECHA:
“…Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla…” Mateo 13:30
Ella será quemada en el fuego eterno.
¡ATENCIÓN!
Si usted nota que es cizaña, aún es posible arrepentirse y suplicarle al Señor Jesús para que Él haga esa transformación (nuevo nacimiento). De lo contrario, continuará “creciendo” en el medio de los trigos, sin embargo, los trigos caminando hacia el granero de Dios (cielo), y las cizañas atadas en manojos caminando para ser quemadas en el infierno.
¡¡¡MISERICORDIA!!!