Una mujer y cinco hombres acusados de integrar una banda que envasaba cocaína en blisters fueron detenidos durante allanamientos realizados en la zona oeste del conurbano bonaerense, donde se secuestraron cinco kilos de esa droga, 200 dosis de LSD, armas y dinero, según publicó Clarín.
Los operativos se realizaron el pasado jueves 5 en domicilios de las localidades de Morón, Moreno, Ituzaingó y Haedo, donde se detuvieron a seis de los miembros de la banda y se incautaron 80 blisters llenos de cocaína, unos mil vacíos y una máquina para el sellado de estos envases.
Además, en los distintos procedimientos se secuestraron cinco kilos de cocaína, 17 kilos de sustancias usadas para el estiramiento de la droga, dos balanzas, una bolsa de consorcio repleta de tubos para almacenar droga, y unas 200 dosis de LSD.
También se incautaron tres pistolas calibres .22, .40 y 9 milímetros respectivamente, dos escopetas 12/70, cinco vehículos, entre ellos un Mini Cooper, y 40 000 pesos en billetes de distinta denominación.
La fuerza del vicio lo dominaba
“Éramos de quince a veinte familiares consumiendo drogas dentro de la misma casa, si se acababa, unas de mis hermanas o primas iban, se prostituían y traían dinero para más droga. Cuando ellas ya no podían traer, nosotros robábamos para poder comprar más drogas. Pero cuando nadie conseguía, era una guerra al punto que nos echaban de casa. Uno se convertía en enemigo del otro.
En la calle deambulaba sin sentido siempre atrás del vicio, estaba delgado, con mal aspecto, comía de la basura y empecé a delinquir porque esa era la única manera de obtener dinero. Recuerdo que llegué a vivir en la peor calle de Colombia. Allí solía comprar y consumir droga, durante mucho tiempo lo hice. En ese lugar la vida no vale nada, una persona pierde la vida por un cigarrillo, por un pipazo, por una dosis de droga.
Pasaba noches y días con una manta al hombro y con una pipa en el bolsillo esperando al primero que aparezca para tener la oportunidad de robarle. No había amistades verdaderas, porque después de consumir crack hasta los amigos se convertían en enemigos. Había una ley: solo el que acompañaba a robar era el que podía consumir…”
Acompañe el desarrollo de la historia del pastor John Quintero en la siguiente edición y descubra qué hizo para poder salir del oscuro mundo de los vicios.
Vea más de la historia en estas notas:
*“Llegué a drogarme con mi propia madre”
*La fuerza del vicio lo dominaba
*”Mi cuerpo necesitaba droga noche y día”
*“Me había convertido en un monstruo”
“Soy otra persona, hay cura para los vicios”
Sea libre de los vicios, domingos a las 15, en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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